La posibilidad de emitir un billete con valor superior al de $1.000 siempre estuvo presente. De hecho, el 20 de diciembre, en una de sus primeras entrevistas como presidente del Banco Central, Miguel Pesce, dijo que su gestión emitiría billetes de mayor denominación.
Y si bien días atrás el presidente Alberto Fernández descartó que se esté trabajando en la fabricación de un nuevo billete de esa nominación, lo cierto es la operatoria está muy avanzada, según consigna La Nación.
De hecho, ya se compró el papel y las tintas -con un gasto de USD 9 millones aproximadamente- y están terminando detalles como el diseño, medidas de seguridad y cronograma de entrega.
Se espera que la primera partida esté en manos del organismo que conduce Miguel Pesce a mediados de junio. Luego, la autoridad definirá si lo pone en la calle y contradice al Presidente.
Lo cierto es que la erosión inflacionaria que deriva en menor poder adquisitivo del billete con el que antes se podía acceder a más bienes, indicaría que el nuevo billete hace falta.
Todo comenzó el jueves 16 de abril, cuando, a través de la resolución 158, el directorio del Banco Central aprobó la creación del nuevo billete de $5000.
Al día siguiente la entidad le envió instrucciones a Casa de Moneda, a cargo del exgobernador de Mendoza Rodolfo Gabrielli, para que le pase un presupuesto y ponga en marcha los trámites con vistas a la provisión de los insumos necesarios.
La nota del Banco Central, según consigna La Nación, también establecía las características del nuevo billete: tendrá en el frente las imágenes de Ramón Carrillo, el primer ministro de Salud de Juan Perón, acompañado por Cecilia Grierson, la primera médica argentina. En el reverso se recorta la figura del Instituto Malbrán.
Además, el Banco Central también especificó las fechas de entrega: deben llegar 20 millones de billetes en junio, 60 millones en julio, la misma cantidad en agosto y otros 60 millones en septiembre.
Fuente: la Nación