En el Punto Preventivo Sol de Misiones, ubicado en la zona oeste de Posadas, las consultas vinculadas a las adicciones llegan de manera sostenida y están atravesadas por situaciones de violencia, depresión, conflictos familiares y dificultades económicas. Desde allí, el equipo interdisciplinario trabaja con primera escucha, acompañamiento y derivaciones, en articulación con salud y otras instituciones del barrio.
“Con el Punto Preventivo Sol de Misiones ya hemos cumplido cinco años de trabajo en el barrio. Además de este espacio, contamos con otros dos puntos preventivos en San Gerardo y en el barrio A4, y el trabajo alcanza también a barrios aledaños como Sol de Misiones 1, 2 y 3, Bicentenario, 17 de Junio y otros barrios. La idea es que el dispositivo esté abierto a toda la comunidad y que podamos trabajar en red con instituciones, comisiones vecinales y foros de seguridad”, señaló Pablo Cardozo, coordinador del Punto Preventivo.
El funcionamiento cotidiano de los puntos preventivos se sostiene con equipos interdisciplinarios integrados por trabajadores sociales, psicólogos, acompañantes terapéuticos y consultores psicológicos, que se organizan según la demanda específica de cada barrio y las problemáticas que se presentan.
“En los distintos puntos contamos con equipos interdisciplinarios, con profesionales que van rotando según la demanda de cada barrio. Eso nos permite adaptarnos a las necesidades concretas que surgen en cada territorio”, explicó Cardozo.
Uno de los dispositivos centrales es el espacio denominado Primera Escucha, donde se reciben las consultas iniciales y se define el tipo de acompañamiento, orientación o derivación que requiere cada situación, tanto en casos vinculados a adicciones como en otras problemáticas.
“Tenemos un espacio que llamamos Primera Escucha, donde recibimos todas las demandas, no solamente las vinculadas a las adicciones. Desde ahí acompañamos, asesoramos y articulamos con otras instituciones según lo que cada persona o familia necesita”.
En lo que va del año, el trabajo territorial permitió acompañar a más de 100 familias de manera directa e indirecta, a través de intervenciones específicas, actividades comunitarias y operativos barriales, con presencia sostenida en Sol de Misiones y zonas cercanas.
“La adicción vendría a ser como la punta del iceberg. Entendemos que es multifactorial y que aparecen situaciones de violencia, depresión y otros conflictos familiares, por eso articulamos con los centros de salud para poder abordar todas estas problemáticas”, sostuvo.
Durante el último año, el contexto económico y laboral profundizó las dificultades en los barrios, una situación que se refleja en las consultas cotidianas. Frente a ese escenario, se fortalecieron propuestas vinculadas a la formación y la generación de herramientas para el trabajo.
“Se nota mucho la necesidad económica y laboral, por eso ofrecemos talleres de oficio y capacitaciones avaladas por el Consejo General de Educación, como electricidad, panadería, cocina o peluquería, para que las personas puedan capacitarse y generar una salida laboral”, señaló.
En relación con la alimentación, el trabajo territorial se articula con merenderos y comedores del barrio, cuyos referentes advierten que cada vez resulta más complejo sostener estos espacios ante el aumento de la demanda. “Trabajamos en conjunto con los merenderos del barrio y los referentes nos comentan que cada vez cuesta más sostenerlos. Esa realidad también aparece en las consultas que recibimos”, expresó.
Por último, Cardozo remarcó que la presencia sostenida en el territorio permitió que el punto preventivo se consolide como un espacio de referencia comunitaria para consultas y acompañamientos diversos. “El objetivo es estar de manera permanente en el barrio y que las personas puedan referenciarse con el punto preventivo para cualquier consulta. La participación comunitaria es clave en este abordaje”.
Mañana se realizará el cierre de actividades con una jornada comunitaria que reunirá muestras de taekwondo, zumba, clases de apoyo y música, con la participación de niñas, niños y familias del barrio. La propuesta comenzará a las 17, se desarrollará en el salón ubicado en la intersección de las calles 137 y 204, manzana A, número 2, e incluirá una merienda compartida como parte del encuentro