El responsable de la seguridad de la sede administrativa del club rosarino se encuentra internado con quemaduras de segundo grado; tuvo que atravesar un vidrio para escapar del fuego
En la madrugada del pasado miércoles, se produjo un nuevo ataque con bombas molotov a una sede del Club Rosario Central que dejó a un guardia de seguridad internado por las importantes lesiones. El joven de 23 años, identificado como Alexis, se encuentra en el Sanatorio Británico con quemaduras de segundo grado en sus manos y rostro.
“Cuando vi el fuego acercándose a mí pensé en toda mi familia y dije: ‘Acá no puedo morirme’. Salí como pude, no me importó nada, si me arrancaba los dedos de las manos al cortar el vidrio. Y yo salí vivo. Ya está, que se dejen de joder con el tema del fútbol. ¿Quieren llegar al punto de matar de a una persona?”, dijo Alex, en diálogo con El Tres, desde su cama en el hospital, y apuntó contra los barrabravas rosarinos.
El joven reconstruyó los hechos y aseguró que los responsables vieron que él se encontraba en el interior del edificio cuando arrojaron el explosivo. “Estaba en la parte de logística abajo con el celular cargando y veo un bulto que se acerca al lugar y tira como una piedra. Me tiré abajo del escritorio pensando que me iban a tirar una piedra o iban a entrar a robar”, relató.
“Cuando me tiro abajo siento que tengo mojada la parte del pantalón por un líquido que era nafta. Sentí la explosión y el fuego. Me quise esconder atrás de una mesa, miré para arriba y dije: ‘O salgo de alguna forma o me muero acá adentro’. Entonces, me metí adentro del fuego y con la mano derecha, que la tengo más lastimada, rompí el vidrio y pude salir. Era inmensa la llamarada”, indicó Alexis, quien sufrió graves heridas que, según los médicos, “van a costar en cicatrizar”.
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Tras salir del lugar en llamas, el guardia corrió una cuadra y media en busca de asistencia. “Me crucé con dos personas que no me ayudaron y a lo lejos vi a dos chicos que se me acercaron y tuve miedo porque pensé que me iban a hacer algo. Pero resultaron ser quienes me ayudaron, llamaron a la policía y a la ambulancia”, precisó.
Para distanciarse del conflicto entre barrabravas, el guardia comentó que no es simpatizante de ninguno de los clubes que suelen entrar en disputa. “No tengo nada que ver con Central ni con Newell’s. Caí en la volteada de los dos equipos”, explicó.
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Sobre el futuro que le espera, señaló: “Tengo más de un mes de recuperación, voy a estar así. Se me van a achicharrar las manos. Me arruinaron las manos”.
El ataque a la sede de Rosario Central
La bomba molotov destruyo la sede administrativa de Rosario Central, ubicada en Mitre al 800, en la provincia de Santa Fe. El atentado fue similar al que se produjo el lunes a la madrugada, cuando un joven se filmó arrojando una bomba molotov contra otra sede del club canalla en el cruce Alberdi, en la zona norte de Rosario.
En el episodio que terminó con Alexis internado, el fuego cubrió la planta baja del edificio y si los bomberos no hubiesen apagado las llamas rápidamente los daños se habrían propagado hacia los negocios vecinos. Tras este nuevo atentado, se dispuso un operativo especial en todos los edificios y predios que pertenecen a Rosario Central y a Newell’s, que poseen custodia policial.
El vicepresidente de Rosario Central, Ricardo Carloni, exigió el esclarecimiento de los hechos. Dijo que el club aportará las grabaciones de las cámaras de seguridad a la Justicia. “Todo está mal. Estamos viviendo en una sociedad violenta y los clubes no son una isla con respecto a lo que vive el país. Es lamentable”, planteó el dirigente.
El presidente de Newell’s, Ignacio Astore, también repudió el ataque y sostuvo que se trata de hechos “atroces”. En ese sentido, indicó: “Esto es peor que el vandalismo, es la agresividad que vive Rosario”.LA NACION