El FMI respaldó las medidas económicas de Milei y Caputo, destacó el compromiso con el equilibrio fiscal y ratificó la continuidad del esquema cambiario.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) se pronunció este martes y brindó un fuerte respaldo al programa económico del Gobierno de Javier Milei. El organismo destacó la intervención del Ministerio de Economía en el mercado cambiario y reafirmó su apoyo al esquema de bandas de flotación. Se trató del primer mensaje oficial desde Washington tras la derrota electoral de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires.
La portavoz del Fondo, Julie Kozack, aseguró que “el personal técnico del FMI colabora estrechamente con las autoridades argentinas en la implementación de su programa para consolidar la estabilidad y mejorar las perspectivas de crecimiento del país”. Además, afirmó: “Respaldamos su compromiso de garantizar la sostenibilidad del marco cambiario y monetario del programa, así como su constante adhesión al ancla fiscal y a la agenda integral de desregulación”.

Repercusiones en el gobierno tras el respaldo del FMI al programa económico
El ministro de Economía, Luis Caputo, replicó el mensaje en sus redes sociales, mientras que el presidente Javier Milei también lo citó y ratificó el rumbo. “No nos moveremos ni un milímetro del programa económico: equilibrio fiscal; mercado monetario ajustado; y en lo cambiario, se mantienen las bandas cambiarias pactadas con el FMI. Además, seguiremos desregulando”, expresó el mandatario en un tono alineado con el organismo internacional.
De esa manera, el Gobierno buscó disipar dudas sobre el futuro del esquema cambiario. El mensaje intentó tranquilizar a los mercados, donde persistía la incertidumbre acerca de una eventual modificación en las reglas de flotación.
El pronunciamiento del FMI llegó tras varias semanas de silencio. El organismo no había emitido declaraciones en medio de la intensa volatilidad financiera que enfrentó la Argentina desde fines de julio. En aquel momento, el directorio aprobó un desembolso de USD 2.000 millones tras la primera revisión técnica del programa.
Durante agosto, el equipo económico aplicó un fuerte apretón monetario para contener presiones inflacionarias y cambiarias. La decisión incluyó la suba de tasas de interés y mayores encajes bancarios para restringir la liquidez. Estas medidas llegaron después de la eliminación de las Lefi, que había generado inestabilidad en el sistema financiero.
El Gobierno presentó esas medidas como una estrategia necesaria para sostener la estabilidad del tipo de cambio y reducir la inflación. Sin embargo, la presión del mercado no cedió, y hacia la segunda quincena de agosto el Tesoro comenzó a intervenir de manera directa en la plaza cambiaria. En apenas cuatro ruedas previas a las elecciones bonaerenses, la cartera se desprendió de unos 500 millones de dólares, según estimaciones privadas.
Cómo se recibió la noticia en otros ámbitos
El silencio del Fondo generaba dudas entre los analistas sobre el grado de respaldo a este paquete de medidas. El organismo nunca había mencionado públicamente el tema de las Lefi ni lo incluyó en el acuerdo firmado en abril. Tampoco opinó en el momento de su eliminación, aunque el Gobierno justificó el desarme como un paso inevitable para sanear el mercado financiero.
La confirmación de Kozack permitió despejar en parte esa incertidumbre. No obstante, la estrategia de ventas de divisas del Tesoro abre un nuevo interrogante: la posibilidad de cumplir con la meta de acumulación de reservas netas acordada con el FMI. Según cálculos del mercado, el Gobierno debía reunir más de USD 5.000 millones hasta fin de año, cifra que superará los USD 7.000 millones si se incluyen los próximos vencimientos de deuda.
En ese contexto, el anuncio de respaldo tuvo un valor político y económico. El Gobierno buscó mostrar coordinación con el Fondo y transmitir un mensaje de estabilidad a los mercados, golpeados por la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires.
La próxima instancia de comunicación del FMI será este jueves, en la primera conferencia de prensa tras el receso estival en Estados Unidos. Los analistas anticipan que allí podrían ofrecer más detalles sobre la evaluación de las medidas adoptadas por la Argentina.
Mientras tanto, desde el Palacio de Hacienda explicaron que el contacto con Washington es permanente y que el comunicado fue resultado de reuniones recientes. Esa coordinación permitió alinear la voz del Fondo con la del propio presidente Milei, en un intento de blindar el rumbo económico frente a la desconfianza creciente.
Sin cambios de dirección a la vista
El Gobierno sostiene que no modificará el programa firmado con el organismo, que se apoya en tres pilares centrales: equilibrio fiscal, disciplina monetaria y un esquema cambiario controlado mediante bandas de flotación. Sin embargo, las dificultades para acumular reservas y la caída en la confianza del mercado plantean nuevos desafíos.
El FMI, por su parte, mantuvo su respaldo político al plan, aunque la sostenibilidad dependerá de la capacidad del Gobierno para cumplir con las metas trimestrales. La caída de divisas por las intervenciones y el impacto de los resultados electorales anticipan un camino complejo en los próximos meses.
Con este gesto, el Fondo buscó reafirmar su confianza en la gestión argentina, aunque los analistas advierten que el organismo evaluará nuevamente la situación en las próximas revisiones. Para el Gobierno, el apoyo explícito significó un alivio en un momento de alta tensión cambiaria y política.