Los gobernadores le hicieron llegar al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, sus pedidos para flexibilizar la cuarentena en sus provincias, que desde anoche comenzaron a ser analizados por el Gobierno. Según contaban en Olivos, los reclamos que acercaron menos de la mitad de las provincias tenían más que ver con actividades que son claves para las economías de las provincias que con localidades o regiones en sí. En público, no hubo ningún gobernador que se pronunciara a favor de aflojar el aislamiento, más bien todo lo contrario. Por ejemplo, un caso fue el del gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, quien advirtió que si había empresas que se ponían en funcionamiento sin tener autorización se les iba a cortar el suministro eléctrico.
El viernes, en la conferencia de prensa en Olivos, el presidente Alberto Fernández contó que muchos gobernadores habían planteado su inquietud sobre la posibilidad de levantar la cuarentena en lugares donde no hay circulación del virus. Hay tres provincias que no registran casos y hay otras con muy pocos contagios. El Presidente les pidió que acercaran esos reclamos por escrito, acompañados de un detallado protocolo de cómo se procedería al levantamiento de manera de que no existieran riesgos de propagación. Cafiero y el ministro del Interior, Wado de Pedro, serían los encargados de recibirlos y analizarlos. En definitiva, será el ministro de Salud, Ginés González García, y el equipo de especialistas que lo asesoran quienes terminarán de dar el consentimiento, si consideran que no hay peligro.
Durante el fin de semana y ayer, en los ratos libres que les permitió otra jornada de actividad intensa, Cafiero y De Pedro conversaron con los gobernadores y se hicieron un panorama más detallado de sus planteos. El Presidente había especulado que el levantamiento podría hacerse en zonas rurales o alejadas de los centros urbanos, donde no hubiera contagiados, en lo que se llama una «cuarentena comunitaria». Pero, según trascendió, los pedidos estaban más relacionados con actividades económicas que con zonas o localidades. Es que para algunas provincias, que ya de por sí arrastraban serios problemas en sus cuentas, cerrar toda actividad económica podría resultar letal. Por ejemplo, el gobernador de Misiones, Oscar Herrera Aguad, habló de la actividad yerbatera, forestal y de los aserrados. El de Tucumán, Juan Manzur, mencionó la producción de los ingenios azucareros.
Se trataría de actividades específicas. En lo discursivo, los gobernadores se mantuvieron tan partidarios de una cuarentena estricta como propone el Presidente, algo que entienden que hoy es lo que quiere escuchar la sociedad. Perotti subrayó que para que una empresa retome sus tareas en Santa Fe deberán contar con la verificación que haga el Ministerio de Trabajo o los municipios y comunas que se ocuparán de la tarea. «Si alguien ha habilitado su establecimiento sin haber presentado la declaración jurada, vamos proceder a interrumpir el suministro eléctrico del establecimiento que esté funcionando sin autorización”, advirtió Perotti.
El gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, anunció que se mantendrá el cierre de fronteras provinciales y se dispondrán anillos sanitarios según la circulación del virus.»Las personas que deseen salir podrán hacerlo pero deberán cumplir la cuarentena al regresar, como en el caso de los argentinos que vuelven del exterior», indicó. La novedad en San Luis son los anillos sanitarios, dispuestos según el riesgo que represente cada territorio en cuanto a su densidad poblacional y a los casos de coronavirus registrados.El anillo rojo representa «peligro máximo», el naranja «alto» y el amarillo «moderado». «Este protocolo, que aún no está en funcionamiento, es el paso previo para que se analice la posibilidad de habilitar actividades hoy restringidas», agregó el gobernador.
En tanto, el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, reveló que la provincia -una de las tres que no tiene infectados- no hará «ningún pedido en cuanto a aislamiento comunitario» porque «los científicos están conociendo la virulencia del virus y preferimos ver cada día qué ocurre». Jalil adelantó que seguirá «acompañando las medidas nacionales».
Por su parte el gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, sostuvo que su decisión de continuar con el aislamiento se funda en «la realidad sanitaria provincial, donde hoy sólo hay confirmados cinco casos, algo que se logró con el esfuerzo de los pampeanos». «Nuestro motor es el campo y está exceptuado. Analizamos alternativas para cuentapropistas, pero si libero una actividad, es porque puedo garantizar el control», aseguró Ziliotto.
Los gobernadores desestimaron las versiones sobre una supuesta pulseada por seguir o no con la cuarentena total. El gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, remarcó que «no es tiempo de generar fisuras» entre los mandatarios provinciales y el Ejecutivo nacional. «Hay que seguir trabajando de manera coordinada y articulada como hasta ahora», afirmó.