El INTA asiste a más de 20 mil productores misioneros, en medio de cambios estructurales

Dia uno
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Con presencia en todo el territorio, el INTA sostiene proyectos que impactan en la productividad y competitividad de las chacras misioneras. La discusión por los decretos nacionales abre interrogantes sobre el futuro del organismo.

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) cumple un papel central en el desarrollo productivo de Misiones. Llega a más de 20 mil productores a través de sus agencias de extensión rural y sus estaciones experimentales en Montecarlo y Cerro Azul. Su presencia territorial es considerada un indicador de desarrollo local. En cada localidad donde funciona una agencia, los agricultores cuentan con un espacio para acceder a asistencia técnica, capacitación e innovación.

El organismo cuenta con 230 empleados en la provincia, entre investigadores, extensionistas y personal de campo. Los mismos trabajan en coordinación con las políticas provinciales. A través de ellos, se generaron avances en mejoramiento genético de yerba mate y té, cultivos donde ningún actor privado desarrolla investigación de este tipo. También se destacan los programas vinculados a mandioca, maíz, forestación, ganadería y fruticultura tropical.

En el área forestal, INTA aporta materiales genéticos de pino de alto rendimiento, desarrolla protocolos de clonación y trabaja con sensores remotos para reducir costos en inventarios forestales. Con la yerba mate, avanza en la generación de semillas con un 30% de ganancia genética, ensayos de mecanización, estudios de huella de carbono y sistemas agroforestales. En , lidera el mejoramiento genético con 24 cultivares registrados y promueve la certificación de calidad y el agregado de valor en circuitos gourmet.

En ganadería, los equipos trabajan en sanidad, nutrición, sistemas silvopastoriles y cuencas ovino-caprinas, mientras que en mandioca y maíz desarrollan nuevas variedades adaptadas al clima local. La lista incluye además acciones en suelo, agua y fruticultura, con fuerte impacto en las chacras misioneras.

El INTA también sistematiza información agrometeorológica desde hace más de 60 años, insumo clave para la toma de decisiones en una provincia donde la producción depende directamente del clima.

El debate por los decretos y el futuro del INTA

El trabajo cotidiano del INTA se desarrolla en medio de un fuerte debate político a nivel nacional. Diputados rechazaron el Decreto 462, que buscaba modificar la estructura de la institución tras casi 70 años de funcionamiento. En los últimos días, el Poder Ejecutivo avanzó con un nuevo decreto que elimina la Dirección Nacional del organismo —cargo que se obtenía por concurso— y concentra todas las decisiones en el presidente del INTA, ahora bajo la órbita del Ministerio de Economía.

Los cambios generan preocupación en el sector productivo, ya que hasta ahora las prioridades de investigación en cada región eran definidas por un consejo con representación de productores y gobiernos provinciales. La nueva estructura abre interrogantes sobre la continuidad de líneas de trabajo claves para economías regionales como la yerba mate, el té, la forestación y la ganadería.

En Misiones, la posible reducción de capacidades del INTA se siente especialmente sensible. El organismo no solo asiste con tecnología y conocimiento, sino que también garantiza la investigación aplicada a escala local. Sin su aporte, coinciden los especialistas, no habría desarrollo ni mejoramiento en cultivos estratégicos como la yerba mate y el té.

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