Desde abril el Samic de Oberá cuenta -por primera vez- con guardias activas de kinesiología, teniendo en cuenta el papel fundamental que cumplen en la atención y recuperación respiratoria y motora de los pacientes con Covid-19.
Son trece profesionales trabajando y rotando a diario, focalizados en este contexto de pandemia en la atención de los internados por la enfermedad que tiene en vilo al mundo, aunque también se encargan de pacientes con diagnósticos que nada tienen que ver con el coronavirus.
“Participamos desde la intubación hasta el retiro del respirador y la rehabilitación posterior. Tenemos mucho contacto con los pacientes, tanto durante como después de la internación”, sintetizó la licenciada en kinesiología y fisiatría Mónica Cristina Frette, jefa del servicio en el hospital obereño.