Emiratos e Israel establecerán relaciones diplomáticas, un acuerdo que sacudirá la región

Dia uno
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Emiratos Árabes Unidos (EAU), una de las monarquías del Golfo Pérsico, e Israel anunciaron este jueves un acuerdo, mediado por Estados Unidos, para establecer por primera vez relaciones diplomáticas, el primer reconocimiento a Israel de un país árabe de la región en 26 años y una decisión que podría frenar el plan de anexión al territorio palestino Cisjordania.

«¡Enorme logro hoy! Un histórico acuerdo de paz entre dos grande amigos: Israel y Emiratos Árabe Unidos», celebró el presidente de Estados Unidos, Donald Trump en Twitter antes de publicar un comunicado conjunto de los tres Gobiernos en la misma red social.

Desde Israel, el primer ministro Benjamín Netanyahu también destacó el acuerdo y aseguró en Twitter que se trata de «un día histórico».

El príncipe de Abu Dhabi y el vicecomandante supremo de los EAU, el sheik Mohammed Bin Zayed, fue el único que destacó un punto particular del acuerdo: una concesión de Israel sobre el conflicto con Palestina.

«Durante una llamada con el presidente Trump y el primer ministro Netanyahu llegamos a un acuerdo para detener una mayor anexión de los territorios palestinos. Los EAU e Israel acordaron cooperar y establecer una hoja de ruta para establecer una relación bilateral», escribió el príncipe en su Twitter.

Pese a los dichos de EAU, este acuerdo no solo le dio una victoria clave en materia de política exterior a Trump mientras busca la reelección, sino que reflejó un Medio Oriente cambiante en el que las preocupaciones compartidas respecto a Irán superaron en gran medida el tradicional apoyo árabe a los palestinos.

Mahmud Abbas, el presidente de la Autoridad Palestina, convocó una reunión de su máximo liderazgo esta noche, y luego su portavoz Nabil Abu Rdeneh, dijo que el acuerdo equivalía a «traición», y agregó que los EAU deben revertir la decisión al tiempo que instó a otros países árabes a no hacer lo mismo «a expensas de los derechos palestinos».

Desde su fundación en 1948, el Estado de Israel solo fue reconocido por dos países árabes de Medio Oriente: Egipto y Jordania.

Como la mayor parte del mundo árabe, los EAU, que no comparten frontera ni libraron nunca una guerra con Israel, rechazaron durante mucho tiempo las relaciones diplomáticas con Israel en ausencia de un acuerdo de paz que estableciera un estado palestino en tierras tomadas en 1967.

En solidaridad por el reclamo de soberanía de la dirigencia palestina, ningún otro Estado árabe de la región se sumó, pese a que Netanyahu convirtió en una de sus prioridades generar y profundizar los vínculos con sus vecinos.

Sin embargo, ese firme apoyo a los palestinos empezó a debilitarse en los últimos años, en gran parte debido a la enemistad compartida hacia Irán y los representantes iraníes en la región.

El príncipe heredero Mohammed Bin Zayed Al Nahyan, también comparte la desconfianza de Israel hacia grupos islamistas como la Hermandad Musulmana y el grupo militante gobernante Hamas de la Franja de Gaza.

En tanto, en Gaza, Hamas calificó el acuerdo como un «apuñalamiento en la espalda de nuestro pueblo».

Para evitar las críticas palestinas, los funcionarios emiratíes dijeron que el acuerdo había evitado la anexión y había mantenido vivas las esperanzas de un Estado palestino.

Hoy, tras meses de creciente tensión en el conflicto con los palestinos por el reconocimiento de EEUU a Jerusalén como la capital de Israel y la discusión sobre una posible de parte de la ocupada Cisjordania, Trump logró sellar el primer reconocimiento oficial de Israel en décadas en la región.

«El presidente Donald Trump, el primer ministro Benjamin Netanyahu de Israel y el sheik Mohammed Bin Zayed, príncipe de Abu Dhabi y el vicecomandante supremo de los EAU hablaron hoy y acordaron la normalización total de las relaciones entre Israel y EAU», anunció el comunicado conjunto, publicado por Trump en sus redes sociales.

«Israel dejará de declarar su soberanía sobre las áreas presentadas por la Visión de Paz del presidente (Trump) y enfocará sus esfuerzos en expandir sus vínculos con otros países en el mundo árabe y musulmán», aseguró el comunicado, en referencia al llamado acuerdo de paz que EEUU presentó sin ningún éxito en febrero pasado y que abrió la puerta en Israel a discutir una anexión de partes de Cisjordania.

A la ambigua formulación de esta promesa -no aclara exactamente cuáles territorios mencionados en la propuesta estadounidense ni se compromete a renunciar de manera definitiva a sus reclamos territoriales sobre ese territorio internacionalmente reconocido como palestino-, se sumó un inmediato clima de rumores en Israel.

«El Gobierno de Trump pidió que suspendamos temporalmente el anuncio (de la anexión de partes de Cisjordania) para poder implementar primero el histórico acuerdo de paz con los EAU», aseguró un funcionario de primer nivel del Gobierno de Netanyahu, según el diario Times of Israel.

En paralelo, el partido del premier, el Likud, publicó en su cuenta de Twitter un mensaje que profundiza la ambigüedad de la promesa hecha sobre los territorios palestinos: «Netanyahu está comprometido con la soberanía y con la Tierra de Israel. Por primera vez en la historia de Israel, trajo paz por paz», en referencia al histórico reclamo de la ONU y del Laborismo israelí de paz por tierra.

El comunicado conjunto de los tres países también deja otra importante puerta abierta.

«EEUU, Israel y Emiratos Árabes Unidos están confiados en que otros logros diplomáticos con otras naciones son posibles, y trabajarán para alcanzar ese objetivo», aseguró el texto.

Desde la asunción de Trump, EEUU impulsó con especial énfasis una alianza de países amigos de la región frente a Irán, país al que considera como la mayor amenaza en Medio Oriente y que en este nuevo tablero político regional sumó dos socios muy importantes: Qatar y Turquía, además de una Siria, que sigue tratando de superar una guerra civil que destruyó gran parte de su poder militar, político y económico.

Fuente: Telam

 

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