El oficialismo en el Senado obtuvo hoy dictamen favorable al proyecto para eximir del impuesto a las ganancias al personal de la salud y de seguridad mientras dure la pandemia de coronavirus, en un debate virtual marcado por duras acusaciones por la herencia recibida del gobierno anterior, en el que la oposición acompañó con su voto pero en disidencia.
El tratamiento de la norma, que será convertida en ley por el Senado este jueves, no provocó desacuerdos de fondo entre oficialistas y opositores pero terminó con un fuerte altercado cuando el presidente de la comisión de Presupuesto, Carlos Caserio, acusó a sus pares de Cambiemos de haber formado parte de un gobierno que «dejó al país de rodillas y enterrado».
La discusión subió de tono cuando -en medio del plenario de comisiones por videoconferencia del que participaban unos 30 senadores de ambas bancadas- el radical, Martín Lousteau, interrumpió en el uso de la palabra a Caserio, por considerar que hacía «alusiones personales».
Caserio aludió directamente a Lousteau y a Esteban Bullrich, que habían cuestionado la falta de información presupuestaria y de costo fiscal que tendría la aplicación de la iniciativa, que incluye -además de la exención de ganancias- una pensión graciable a familiares de víctimas de coronavirus de esos sectores.
«El senador Lousteau nos tiene acostumbrados de uno a otro modo a que siempre tiene criterios variables de acuerdo a las situaciones que muchas veces no coinciden con el marco ideológico de sus pensamientos políticos, pero bueno es como es», sostuvo el senador del FdT por Córdoba.
Caserio también le respondió a Bullrich, quien había criticado que no se haya dado intervención a la Oficina de Presupuesto para evaluar de dónde saldrían las partidas para otorgar algunos de los beneficios y reprochó que la comisión de Presupuesto «trabaje mal».
«El planteo de Bullrich es ridículo», respondió el senador del PJ y luego, dirigiéndose tanto a Bullrich como a Lousteau, declaró: «No lo tomen como una ofensa sino como parte de la verdad: ustedes son parte de un gobierno que ha reventado al país, que lo enterró y lo dejó en una situación patética de pandemia antes de la pandemia».
Lousteau no esperó a que el senador peronista terminara de hablar y le recriminó con vehemencia «estar haciendo alusiones personales».
«Usted es un irrespetuoso», disparó el radical a lo que Caserio le gritó que era «un maleducado» y que pidiera permiso para hablar.
«Usted va a hablar cuando yo lo considere, soy el presidente de esta comisión, no tengo que tener cuidado, soy consciente de lo que hago y usted no me va a dar clases a mi», declaró Caserio, visiblemente ofuscado antes de continuar.
Como Lousteau le recriminó haberle cortado el micrófono y le avisó que le contestaría las acusaciones punto por punto, Caserio le advirtió: «Le pido que se calle, no sea maleducado y pida permiso».
Cuando en el final del debate, el senador del PJ volvió a otorgarle la palabra, Lousteau pidió disculpas al señalar que no suele actuar así y reconoció que le había interrumpido pero sostuvo que estaba «asombrado» por los dichos de Caserio.
«Me asombra que haga alusiones personales en lugar de discutir las ideas. Hay muchas cosas del gobierno anterior con las cuales discrepé de la misma manera que con el de Cristina Fernández de Kirchner. De la misma manera en que estuve de acuerdo con cosas de ambos gobiernos porque no creo en la grieta», acotó.
Varios senadores del FdT como Silvia Sapag o Ana María Ianni se quejaron también de que la oposición pusiera reparos en medio de la pandemia cuando «de lo único que se trataba era de ampliar derechos».
Bullrich intentó bajar el tono de la discusión y pidió dejar de lado las agresiones personales. «Si cada intervención que haga la oposición se va a recriminar haber sido parte del gobierno anterior no se va a poder trabajar», reflexionó.
El jefe de los senadores del Frente de Todos, José Mayans, buscó también poner paños fríos, abogó por «mantener la calma» para dar prioridad a la emergencia y coincidió con Caserio en el sentido de que las iniciativas podrían ser «perfectibles».
Los desacuerdos giraron también en torno al pedido de la oposición de mejorar la iniciativa para incorporar a más personal a los beneficios, como los empleados de los servicios fúnebres o los forenses.
El oficialismo rechazó además afirmaciones de la oposición según las cuales la medida «es discriminatoria» hacia las mujeres y hacia los trabajadores que menor sueldo tienen no contemplados por el mínimo no imponible de ganancias.