En tiempos egoístas y mezquinos (diría Fito Páez) como los que se viven actualmente, dejar de mirarse el ombligo y construir en comunidad es casi un acto revolucionario. Y revolucionarios, afortunadamente, quedan muchos.
Se podría decir eso de los profesionales y estudiantes que forman parte de ‘Enbarriarnos’, un grupo de voluntarios que se formó en el 2020, en plena pandemia del Covid-19 como respuesta a la gran demanda de padres y madres de los barrios populares de Posadas que no podían enfrentar los desafíos de acompañar las trayectorias escolares de sus hijos y las barreras tecnológicas que supuso la virtualidad.
Desde entonces, el equipo conformado inicialmente por cuatro estudiantes -hoy profesionales- que asistía con clases en dos barrios creció y hoy cuenta con más de 20 voluntarios y tareas en nueve barrios. No solamente hacen acompañamiento escolar, sino que propiciaron un espacio para adolescentes, del adulto mayor y talleres para que las mujeres tengan un oficio.
Es así que ayer, en la Chacra 96, más conocido como Villa Hollywood, tuvieron uno de los tantos cierres de año con un agasajo a los niños con juegos, sorpresas y una merienda. El cierre de un año complejo en el que la necesidad de alimento se evidenció mucho más.
Los inicios del grupo
Sabrina Romero es una de las fundadoras del grupo y actualmente su coordinadora. Los trabajos junto a Andrea Titschkowski, Yesenia Quintero, Ángela Radaeli y Patricia Romero comenzaron en la Chacra 145 y el barrio San Jorge. “Pensamos que iba a ser una cuestión del contexto nomás, que después volveríamos a nuestras vidas normales, pero en 2021 volvió la demanda y hoy hace cinco años que estamos en los barrios”, contó Sabrina a El Territorio.
Un pilar fundamental de Enbarriarnos es trabajar con y en comunidad, así que además de lo ya mencionado se generan espacios de encuentro, charlas y talleres con los vecinos y las vecinas sobre el cáncer de mama, la violencia de género, la prevención de las adicciones, entre otros