Falleció anciana que residía en asilo denunciado por abandono de persona

Dia uno
Dia uno

En los últimos días se conoció una denuncia por abandono de persona en la residencia  de ancianos Itatí, ubicada por calle Salta y Junín. Familiares de  Florentina Núñez, de 81 años, en su relato contaron que se enteraron del mal estado de salud de la anciana recién cuando ésta ya estaba internada en el sanatorio Buenos Aires de la capital provincial, donde el viernes, después de al menos diez días de internación, perdió la vida. Indicaron que no podían tener comunicación con ella y ni siquiera les dejaban visitarla.

Según señalaron, trabajadores del geriátrico les dijeron en un primer momento que la internación se había dado por un problema de presión, sin embargo, cuando fue evaluada por el personal médico se confirmó que la anciana presentaba un cuadro de deshidratación y desnutrición.

Florentina ingresó a la residencia en diciembre y, siempre siguiendo el relato de la familia, las visitas estuvieron permitidas por apenas unos días de enero. Se alegaba que en esos contactos los residentes podían contagiarse del virus u otra enfermedad. La anciana padecía de demencia senil dianosticada hace dos años, aunque al momento de ingresar al lugar se encontraba en buen estado de salud general.

El acontecimiento se torna aún más grave puesto que el lugar no estaba habilitado para funcionar como tal; así lo confirmaron El Territorio fuentes del Ministerio de Salud Pública de la provincia. Asimismo, aseguraron que van a “intervenir con los recaudos del caso, atentos a que hubo una denuncia penal”.

Tal es así que el viernes, integrantes de la Comisión Provincial de Prevención de la Tortura, el Observatorio de Adultos Mayores de la Defensoría de Posadas y la cartera sanitaria provincial, realizaron tareas de control y monitoreo del hogar.

La historia tomó repercusión en las redes sociales donde la familia dio a conocer lo sucedido para evitar que otro anciano pase lo mismo. Allí también hicieron pública la denuncia penal contra el lugar que funcionaba de geriátrico. A raíz de estas publicaciones, aparecieron otra víctima más y una testigo clave que se comunicaron con ellos.

En las redes, Graciela Núñez, hija de la víctima contó: “Toda su boca hacía semanas que no se movía, por lo que tuvieron que alimentarla por sonda. Hace quince días que mi mamá no comía, ni tomaba líquidos y nunca nos avisaron nada”.

Gimena Janstzon (33), nieta de la octogenaria, contó a este medio: “Sólo se podía ir a la mañana, mis familiares fueron desde el primero de enero hasta el ocho, cuando el dueño del lugar, Roberto Cordero, echó a mi tía que venía de Buenos Aires con la excusa de cuidar a los abuelos del Covid-19 y que era peligroso visitarlos”.

Janstzon, sostuvo además que Cordero ya había sido denunciado en el 2019 por otra residencia en Avenida Rademacher. En esa oportunidad, había retenido a la fuerza a un paciente ingresado y quitado sus tarjetas para pedir préstamos y realizar compras en internet. 

Fuente: el territorio

TAGGED:
Share this Article