El canciller Felipe Solá insistió con la propuesta del presidente Alberto Fernández de crear un Fondo Mundial de Emergencia Humanitaria al alertar sobre las consecuencias actuales y futuras de la pandemia de coronavirus en lo «social, económico y político» en el mundo, y en la región.
“El impacto social, económico y político de la pandemia es inevitable en todos los países del mundo. En América Latina ya se habla de 30 millones de nuevos pobres», dijo el titular de la cartera diplomática en una conferencia interministerial celebrada entre 18 países por invitación de Francia, España y la Unión Europea.
En este contexto, Solá rescató la propuesta del presidente Fernández de crear un Fondo Mundial de Emergencia Humanitaria, formulada ante el G-20 en marzo de este año como parte de la idea de un Pacto de Solidaridad Global.
El ministro definió a la Organización Mundial de la Salud (OMS) como «referencia científica» frente al Covid-19 y apoyó el trabajo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), “que ayudó a los venezolanos que viven en Venezuela”, según dijo.
«En este momento, la Argentina está discutiendo la deuda soberana con los bonistas privados y después discutirá la deuda con el FMI”, detalló el canciller a sus colegas respecto a la situación particular de la Argentina, al tiempo que precisó que se trata de una deuda tomada por la anterior gestión.
«Nuestro país se endeudó en 180 mil millones de dólares, la mayoría de los cuales se fugó por la situación en la que estaba la Argentina”, completó.
América Latina y el Caribe han sido tradicionalmente unos de los motores de crecimiento de la economía internacional”
DOCUMENTO FINAL DE LA CONFERENCIA
El ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto estuvo acompañado por el vicecanciller Pablo Tettamanti y el jefe de Gabinete de la Cancillería, Guillermo Justo Chaves.
El canciller argentino fue uno de los firmantes de la declaración final de la conferencia, que comenzó con un “homenaje a las víctimas de la pandemia de Covid-19” y un agradecimiento “por la dedicación, los esfuerzos y los sacrificios, más allá del deber, de los profesionales de la salud, los trabajadores sanitarios y otros trabajadores de primera línea”.
El documento confirma la voluntad para hacer frente a la pandemia “y a sus consecuencias, en particular económico-sociales”, sobre la base de la voluntad de que “nuestras poblaciones vivan en sociedades justas, solidarias, prósperas, sostenibles y democráticas”.
Tras mencionar que “la Unión Europea es el mayor inversor en Latinoamérica y el Caribe y también su mayor proveedor de cooperación”, destaca que la región de América Latina y el Caribe “ha sido tradicionalmente uno de los motores de crecimiento de la economía internacional”.
“Reconocemos que la pandemia Covid-19 tiene un efecto desproporcionadamente elevado en los pobres y los más vulnerables y repercute en los avances en materia de salud y desarrollo, en particular en los países en desarrollo, lo que dificulta el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la Agenda 2030”, dice el comunicado final.
También subraya “el respaldo a la ONU y en particular a la Organización Mundial de la Salud”.
Solá reiteró el apoyo de la Argentina a la iniciativa ACT (Access to Covid-19 Tools Accelerator), que según la declaración “persigue acelerar el desarrollo, la producción y el acceso justo y universal a las pruebas, los tratamientos y las vacunas contra el Covid-19 y reforzar los sistemas sanitarios, en especial en los países más vulnerables y para los sectores más desprotegidos de nuestras sociedades”.
Los países firmantes son Alemania, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Croacia, Ecuador, Eslovenia, España, Francia, Italia, México, Países Bajos, Perú, Portugal, República Dominicana y Suecia. A ellos se suma Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.
Fuente: Télam