WASHINGTON — El jueves, buena parte del mundo se despertó con el temor de una guerra total en Europa después de que el presidente ruso Vladimir Putin ordenara a su Ejército invadir Ucrania. Eso dejó a millones de personas —en Ucrania y Europa del Este, pero también en Estados Unidos y en otros lugares— preguntándose cómo afectaría el conflicto a sus vidas.
En las horas posteriores a la invasión, se informó que al menos 40 soldados ucranianos murieron y se calcula que el conflicto dejará decenas de miles de muertes. Sin embargo, además del derramamiento de sangre que se anticipa, las sanciones económicas para castigar a Rusia repercutirán en todo el mundo.
El aumento de los precios de la energía y la posible ralentización de las cadenas de suministro causarán estragos entre los consumidores. Los ciberataques rusos podrían paralizar las infraestructuras electrónicas. Una nueva crisis de refugiados requerirá asistencia internacional. Y una era de relativa calma en Occidente que ha prevalecido desde el fin de la Guerra Fría podría estar llegando a su fin.
Más fuerzas militares de la OTAN se dirigen a las fronteras orientales
Jasionka (Polonia), 02/06/2022.- Los vehículos de la 82ª División Aerotransportada del Ejército de los Estados Unidos salen del aeropuerto de Jasionka cerca de Rzeszow, Polonia, el 06 de febrero de 2022. El despliegue temporal de las fuerzas estadounidenses en Polonia forma parte de la esfuerzos para fortalecer el flanco oriental de la OTAN y apaciguar las preocupaciones de los aliados de EE. UU. ante una posible escalada en la frontera ruso-ucraniana.Agencia AP
La OTAN anunció el jueves el envío de refuerzos a su flanco oriental, que se unirán a los cerca de 6500 soldados estadounidenses que el Pentágono ya envió a Europa del Este y al Báltico.
“Estamos desplegando fuerzas de defensa terrestre y aérea adicionales a la sección oriental de la alianza, así como activos marítimos adicionales”, afirmó la OTAN en una declaración. “Hemos aumentado la preparación de nuestras fuerzas para responder a todo tipo de contingencias”.
El Pentágono también reposicionó alrededor de 1000 soldados en Europa. Unos 800 soldados estadounidenses se trasladaban al Báltico desde Italia; 20 helicópteros Apache se dirigían al Báltico desde Alemania, y 12 Apaches iban a Polonia desde Grecia. Ocho cazas de ataque F-35 se dirigían a Lituania, Estonia y Rumanía desde Alemania, según el Pentágono.
Además, las tropas del Ejército estadounidense, incluidas las de las divisiones 82.ª y 101.ª Aerotransportada, se están preparando para acercarse a la frontera de Polonia con Ucrania para ayudar a procesar a las personas que huyen del país, según comentó el jueves un vocero del Ejército.
Buena parte de los 5500 soldados del 18.º Cuerpo Aerotransportado que llegó a Polonia este mes han estado trabajando con el Departamento de Estado y las fuerzas polacas para establecer tres centros de procesamiento cerca de la frontera para ayudar a lidiar con las decenas de miles de personas, incluidos estadounidenses, que se espera que huyan de Ucrania.
En Jasionka, Polonia, un estadio techado se acondicionó con literas y suministros para hasta 500 personas; funcionarios estadounidenses afirman que esa capacidad podría ampliarse con rapidez. En Austria, el canciller Karl Nehammer declaró el miércoles que su país estaba preparado para recibir refugiados. El Departamento de Estado y la Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional están financiando organizaciones de ayuda que actualmente proporcionan alimentos, agua, refugio y atención sanitaria de emergencia a las personas de la región que huyeron para escapar de la violencia.
En los siguientes días, la Agencia Central de Inteligencia evaluará el tipo de ayuda que puede proporcionar a Ucrania. Si se desarrolla una resistencia ucraniana en partes del país que Rusia pretende controlar, la agencia podría suministrar en secreto inteligencia y, posiblemente, armamento a las fuerzas partisanas.
“Necesitamos apoyar a la resistencia a la invasión y la ocupación de todas las maneras posibles”, declaró Mick Mulroy, quien fungió como oficial paramilitar de la CIA y funcionario de alto nivel del Pentágono durante la presidencia de Donald Trump. “Deberían ponerse en marcha de inmediato nuestros activos de operaciones especiales y de inteligencia, con una amplia base de conocimientos de 20 años de lucha contra las insurgencias”, agregó.