¿Qué es la hipoacusia?
La hipoacusia, sordera o deficiencia auditiva, es un trastorno sensorial que consiste en la incapacidad para escuchar sonidos, y que dificulta el desarrollo del habla, el lenguaje y la comunicación.
Puede presentarse en forma unilateral, cuando afecta a un solo oído, o ser bilateral cuando ambos oídos están afectados.
¿Cuáles son sus causas?
La pérdida de audición puede existir ya en el momento del nacimiento (causas congénitas), y también puede suceder a cualquier edad (causas adquiridas).
Entre las causas congénitas se encuentran:
Factores hereditarios o no hereditarios.
Complicaciones en el embarazo o en el parto. Por ejemplo, falta de oxígeno en el momento de nacer, ictericia grave durante el período neonatal, bajo peso en el nacimiento.
Infecciones que haya sufrido la madre durante la gestación, como la rubeola o la sífilis.
El uso incorrecto de determinados fármacos durante el embarazo (por ejemplo: aminoglucósidos, medicamentos citotóxicos, antipalúdicos y diuréticos).
Entre las “causas adquiridas”, se destacan las siguientes:
El envejecimiento.
Padecer infecciones crónicas del oído. En los niños, la otitis media crónica -presencia de líquido en el oído- es una causa frecuente.
Sufrir enfermedades infecciosas como la meningitis, el sarampión y la parotiditis.
La obstrucción del conducto auditivo por cerumen o cuerpos extraños.
Padecer traumatismos craneoencefálicos o de los oídos.
El consumo de algunos medicamentos como los que se prescriben en el tratamiento de infecciones neonatales, el paludismo, algunos tipos de tuberculosis y algunos tipos de cáncer.
Exponerse a un ruido excesivo (la OMS recomienda un límite de 65 decibeles). Esta circunstancia puede producirse en el puesto de trabajo, si está relacionado con maquinaria ruidosa o explosiones, o durante actividades y eventos recreativos en bares, discotecas o conciertos, donde se alcanzan a veces los 110 decibelios. También puede ser perjudicial usar los auriculares para escuchar música a un volumen excesivamente alto.
¿Se puede prevenir?
Hay muchas maneras de prevenirla:
Realizar todos los controles prenatales durante el embarazo.
Recibir todas las vacunas del Calendario Nacional.
Pedir para los recién nacidos la Prueba de Pesquisa Neonatal Auditiva antes de salir de la maternidad o dentro del primer mes de vida. -Llevar a las niñas y niños al control periódico de salud, aunque estén sanos.
Limitar el volumen y el tiempo de uso de los auriculares, y evitar los ambientes ruidosos.
¿Cuáles son sus síntomas?
En la etapa anterior al desarrollo del lenguaje, puede no haber síntomas, pero sí algunas señales de alarma:
Falta de reacción del niño ante ruidos fuertes.
El bebé no balbucea o deja de hacerlo.
En otras etapas de la vida, la pérdida de audición se puede manifestar con síntomas como:
Problemas para seguir una conversación que se produce entre dos o más personas.
Dificultad para oír en ambientes con mucho ruido.
Problemas para diferenciar sonidos agudos.
A veces puede producirse sensación de falta de equilibrio o mareo, sensación de presión en el oído o escucharse un zumbido.
¿Cómo se trata?
La detección e intervención oportuna son fundamentales para disminuir las consecuencias de la pérdida de audición en edades tempranas.
En cualquier caso y en función del tipo de hipoacusia, su grado y el momento de aparición, existen varios tipos de tratamientos:
La utilización de audífonos: amplifican el sonido hasta volverlo audible para la persona.
La intervención fonoaudiológica temprana y la habilitación/rehabilitación auditiva.
Además, existen otras herramientas que pueden favorecer la comunicación de estas personas: la lectura de los labios, los textos escritos o el lenguaje de señas.
Por la vía quirúrgica, y de acuerdo a la clínica y patología del paciente existen las siguientes opciones:
La cirugía de reparación del oído medio: puede consistir en la colocación de una prótesis que reemplaza el estribo, en la reparación de perforaciones del tímpano, etc.
El implante coclear: es un tratamiento muy común en caso de hipoacusia profunda. Se trata de un dispositivo electrónico que sustituye al oído externo, medio e interno, capaz de recoger los sonidos, transformarlos en estímulos eléctricos para transmitirlos al nervio auditivo y restablecer el flujo de información auditiva que llega al cerebro.
El implante de tronco cerebral: es una técnica similar a la anterior, pero los electrodos que se implantan estimulan directamente los núcleos cocleares en el tronco cerebral.
El implante de conducción ósea: se coloca bajo la piel un dispositivo que transmite al hueso del cráneo vibraciones, que el oído interno percibirá como sonido.
Fuente: Ministerio de salud de la provincia de Misiones