Una investigación que comenzó hace meses terminó con la detención de dos policías de Misiones el miércoles por la noche y sigue abierta la sospecha de un circuito ilegal de venta de armas. Lo que vertebra el caso en las últimas horas es determinar si los cabos sospechosos, Manuel Sebastián D. (31) y Elías R. (24) operaban con colaboradores y, en particular, los peritos buscan establecer si parte del armamento ofrecido en una supuesta transacción pudo provenir de alguna dependencia policial.
El director General de Seguridad de la Policía de Misiones, Raúl Maslowski, precisó en Radioactiva 100.7 que las presunciones surgieron por una publicación en redes sociales. En una de esas plataformas apareció publicada una escopeta Ithaca calibre 12/70, un arma común de la fuerza.
Ese detalle encendió una alarma interna que derivó en meses de tareas encubiertas. Hasta que finalmente el miércoles último, en un operativo en cercanías al cementerio de Dos Arroyos, agentes encubiertos de la Unidad Regional VI acordaron una presunta compra como señuelo.
“La sorpresa nuestra fue grande cuando nos encontramos con dos efectivos de la Policía de Misiones que en estos momentos están separados de la fuerza y están a disposición del magistrado interviniente”, detalló.
Maslowski refirió que los acusados tienen entre siete y ocho años de antigüedad en la Policía provincial. La detención se concretó en un operativo dirigido por el Juzgado de Instrucción N° 5 de Alem, a cargo de Raquel Selva Zuetta.
Al menos 5 armas
En la requisa del Toyota Corolla en el que se movilizaban los acusados se encontraron revólveres calibre .22, .32 y .38, pistolas de bajo calibre, munición de diversos tipos, escopetas de caza e incluso la Ithaca 12/70 detectada inicialmente en redes. “En el interior del vehículo tenían varias armas para venderlas en forma ilegal”, puntualizó Maslowski.
En paralelo, también se secuestraron los teléfonos celulares de los involucrados, ahora sometidos a pericias por la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (SAIC).
Durante el operativo, además, fue demorado un menor de 17 años, oriundo de Alem, sospechado de ser quien administraba la cuenta desde la que se ofrecían las armas. “También está siendo investigado para determinar su vinculación con los policías”, dijo el comisario.
Se conjetura que el adolescente actuaba como intermediario virtual: manejaba publicaciones, mensajes y contactos, mientras los cabos se encargaban del abastecimiento y la logística.
En el marco de lo que la causa bajo secreto de sumario lo permite, Maslowski señaló que “podría haber más gente involucrada, pero todo está sujeto a la investigación que se está realizando en este momento”. En particular, se debe determinar si los dos policías -ahora apartados- actuaban solos o si se trataría de una red más amplia que pueda involucrar a otros agentes.
Investigan origen del armamento
Maslowski aclaró que el caso no surgió a partir de una denuncia externa, sino de una investigación interna ordenada por la Jefatura. “Habíamos tomado conocimiento de que había un comercio ilegal de armas en la provincia”, explicó.
La publicación de un arma idéntica a las utilizadas por la fuerza fortaleció la sospecha y llevó a activar un proceso de seguimiento que incluyó análisis de redes, movimientos sospechosos y tareas de inteligencia.
Ahora, el foco está puesto en determinar el origen del armamento: si se trataba de armas adquiridas por civiles o -el punto más delicado- si alguna pudo haber sido extraída de una dependencia policial. Maslowski indicó que, en principio, “no hemos tenido novedades de un faltante de armamento en la fuerza”, aunque aclaró que se inició un relevamiento exhaustivo en arsenales y unidades.