Israel alcanzó este domingo los 50.035 casos de coronavirus, en una fuerte segunda ola de la pandemia que obligó al Gobierno a aplicar nuevas restricciones.
El coronavirus causó además la muerte de 409 personas, 25 de ellas en los últimos tres días, según datos oficiales.
El avance de la pandemia obligó el viernes pasado al Ejecutivo del primer ministro Benjamin Netanyahu a anunciar una serie de fuertes restricciones para frenar la propagación del coronavirus, entre ellas el cierre de negocios no esenciales los fines de semana y la limitación de la cantidad de personas en reuniones, que podrán llegar hasta 20 en espacios abiertos y 10 en lugares cerrados.
Además, desde el próximo martes, está previsto que cierren los restaurantes de todo el país, aunque muchos dueños de locales anunciaron que planean desafiar la decisión de las autoridades y mantener abiertos sus establecimientos. informó la agencia de noticias EFE.
Trabajadores de distintos sectores se manifestaron ayer en Tel Aviv y Jerusalén en demanda de un mayor apoyo económico para hacer frente a la crisis y para denunciar la falta de responsabilidad del Gobierno en su manejo de la pandemia.
Israel, con unos nueve millones de habitantes, culminó una rápida reapertura a fines de mayo.
Entonces registraba 17.000 casos y 285 muertos, pero una reapertura acelerada derivó en un preocupante aumento de contagios en las últimas semanas.
Varios expertos advirtieron que el virus está fuera de control y alertaron sobre un alto número de muertes de no aplicarse severas restricciones de forma inmediata.
Fuente: Télam