La mochila de las preocupaciones

Dia uno
Dia uno

Hola, como pasan los días. Quiero compartirte una reflexión de la vida cotidiana, de lo que nos sucede muy a menudo. Creo que a todos nos ha pasado, nos cuesta mucho aprender a poner nuestras cargas en el Señor, a confiar en el plan que tiene para nosotros y no en aquello que nosotros mismos consideramos que es lo mejor. Y es que se nos hace difícil entender, por costumbre, y a veces, es cierto, por terquedad, que lo único que depende de nosotros es el esfuerzo que dedicamos a cada meta, y no los resultados, pues ellos corresponden sólo a la voluntad de Dios.

Entonces me pregunto: Si el Señor nos invita a depositar nuestras ansiedades en él, ¿Por qué algunos omitimos hacerlo? Tal vez,  no calculamos cuán infelices somos cuando llevamos la carga de la preocupación en nuestros hombros.

Seguir la sabiduría de Dios es el camino hacia la victoria en nuestras vidas, y Él dice que debemos dejar de preocuparnos si queremos tener paz es Él. Entonces, cuando cosas vienen en nuestro camino, hacen que nos preocupemos, necesitamos la ayuda de Dios ¿Cómo lo conseguimos? 1° Pedro 5: 6 dice que nosotros necesitamos “humillarnos”.

Eso parece bastante claro y simple, pero algunos continúan luchando porque son demasiado tercos para pedir ayuda. Pero los humildes consiguen la ayuda. Entonces, si la manera en que haces las cosas no está funcionando, ¿por qué no intentarlo a la manera de Dios? Dicen las Escrituras: “Cuando Dios los corrija con su mano poderosa, acéptenlo con humildad. Después, cuando llegue la hora, él los exaltará. Confíen a Dios todas sus preocupaciones, porque él cuida de ustedes.” (1 Pedro 5:6-7)

Cuando nos humillamos y buscamos la ayuda de Dios, entonces Él libera Su poder en nuestros escenarios. Es solo entonces que realmente podremos disfrutar la vida cotidiana. Así que hoy se humilde y déjalo que Él cuide de tus preocupaciones.

Lic. Miguel Hundt

Pastor Iglesia Bautista del Centro

Pte. Consejo Pastoral Eldorado

Psicólogo Social

 

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