Iris, trabajadora del colegio mendocino, fue testigo del episodio y defendió a la menor de 14 años. “Si no hubo heridos fue porque ella no quería agredir a nadie”, aseguró.
La conmoción por lo ocurrido en la localidad mendocina de La Paz continúa. Una adolescente de 14 años ingresó a la escuela Marcelino Blanco con un arma, disparó dos veces al aire y permaneció atrincherada durante seis horas. El operativo obligó a evacuar a directivos, docentes y alumnos, y aunque la crisis se resolvió sin víctimas, los testimonios de quienes estuvieron presentes muestran la angustia vivida dentro de la comunidad educativa.
En diálogo con Telenoche, Iris, portera del establecimiento, pidió no responsabilizar a la joven ni a su familia. “La nena no es culpable. Hay que resguardar su integridad y la de sus padres”, afirmó. La mujer contó que junto a sus compañeros tuvo que escapar por los campos cercanos cuando comenzaron los disparos, y destacó el rol de la directora y preceptores, que lograron ordenar la evacuación.
“Si no hubo heridos fue porque la nena no quería agredir a nadie. Desde mi ventana la veía muy mal, muy tranquila, como si quisiera decir ‘basta’ a algo que no le gustaba. No fue como se dijo en muchos lados, no estaba atacando a todos”, relató.
Iris también confirmó que la adolescente llegó a apuntarse a sí misma con el arma. “Fue muy doloroso verla en ese estado. Para mí fue un pedido de ayuda”, señaló, y agregó que circuló “mucha desinformación” sobre el caso.
“Como madre, abuela y tía digo que esa nena podría haber sido mi hija, mi nieta o mi sobrina. Ella necesita nuestro apoyo y nuestro amor, no que la culpen. Lo primero que hace la gente es buscar responsables: si fue la casa, si fueron los padres… Y no es así, acá somos todos responsables”, sostuvo.
La portera describió además la angustia de los alumnos durante la evacuación: “Fue muy triste ver a los chicos con ese susto. Muchas personas presentes tienen problemas de presión, por ejemplo, y una situación así puede tener consecuencias graves”.
Finalmente, hizo un llamado a la reflexión: “No puede quedar todo como quedó. Tiene que haber una solución. Los errores existen, pero culpar a una nena no es lo correcto. Hay que rever qué está pasando en las escuelas, en la contención, en la educación”.