La producción metalúrgica cayó 22,5% interanual en marzo, debido en parte a las dificultades relacionadas con el avance del coronavirus, de acuerdo con un informe de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra).
«En vista de la delicada situación por la que atraviesa la industria metalúrgica luego de sufrir dos años de contracción, se le suman nuevas dificultades relacionadas con el avance del COVID-19. En esta coyuntura se observa un fuerte impacto negativo en la actividad metalúrgica», indicó Adimra.
Señaló que debido al protocolo de cuarentena obligatoria «la actividad metalúrgica estuvo operativa durante casi la mitad del mes», y sostuvo que «teniendo en cuenta las expectativas de corto plazo permanecen los signos de suma preocupación en cuanto a los niveles de actividad y empleo metalúrgico.
La actividad del sector acumula una disminución de 11,4% en lo que va del año.
La producción metalúrgica de Córdoba fue la más perjudicada, con una caída de 28,2% en términos interanuales; la provincia de Buenos Aires (incluyendo CABA) también experimentó un fuerte contracción de 26,3%; y la provincia de Santa Fe registró una contracción de 18,9%.
«En marzo de 2020 el nivel de utilización de la capacidad instalada se ubicó en torno al 42,5%, presentando uno de los niveles más bajos de la serie», indicó la entidad.
En cuanto al desempeño metalúrgico por cadenas de valor, la actividad que más traccionó a la baja fue Construcción e infraestructura (-27,3%) seguido del sector de Automotriz (-27,1%). Durante marzo de 2020, el nivel de empleo se redujo un 3,1% en relación al mismo mes de 2019, con una caída acumulada de 2,1% en lo que va del año.
El 43% de los empresarios indicó haber reducido su plantilla de personal; el 56% de las empresas redujeron las horas extras y un 35% indicó una reducción en la jornada laboral durante el último semestre del año. El 35% de los empresarios afirma haber solicitado el Programa de Recuperación Productiva (REPRO) o proceso preventivo de crisis.
Para los próximos tres meses, el 52% de las empresas no prevén cambios en el empleo en sus empresas, mientras que el 42% estima que disminuirá, y el 6% que aumentará.