Con la totalidad de los votos escrutados en Chile, el candidato de la ultraderecha José Antonio Kast (27,9%) y el izquierdista Gabriel Boric (25,8%), que disputarán el balotaje el próximo 19 de diciembre, salieron ya a la caza de los votos de centro y del altísimo porcentaje de chilenos que no participaron de las elecciones presidenciales del domingo, en una carrera a La Moneda con final abierto.
Pese a la polarización del proceso eleccionario, particularmente en el último mes, el 47,3% de participación confirmó la tendencia a la baja que registra el país donde desde el 2009 (59,6%) no hubo ninguna elección presidencial con una afluencia mayor al 50% y donde el récord se produjo en el plebiscito de 1989 (92,4%) que inició el período posdictadura.
En unos comicios repletos de sorpresas, una de las notas sobresalientes fue el resultado del candidato Franco Parisi (12,8%), del Partido de la Gente (PDG), quien igualó al oficialista Sebastián Sichel, del Pacto Chile Más Podemos, e incluso venció a bloques de partidos históricos sin poner un pie en Chile ni participar de los debates.
Una vez consolidados los resultados, los candidatos excluidos de la segunda vuelta iniciaron una maratón de declaraciones, varias de ellas herméticas, en clave interna o sujetas a interpretaciones, que dieron inicio al complejo ajedrez de alianzas y pactos que definirán al futuro mandatario.
El primer candidato en reconocer la derrota fue Sichel, otrora crítico de Kast que ahora se abre a acercar posiciones con el ultraderechista.
«Es evidente que por la candidatura de izquierda no voy a votar», afirmó y agregó que tiene «diferencias programáticas con José Antonio Kast», antes de mostrarse «dispuesto a conversar hacia adelante».
Yasna Provoste, del Nuevo Pacto Social que reunió democristianos, socialistas y otros grupos de la ExConcertación, llamó a «no permitir el avance del fascismo que representa Kast», pero adelantó que su fuerza será oposición en el próximo Gobierno, y no fue explícita en un eventual llamado a apoyar a Boric.
El candidato Marco Enríquez-Ominami, que quedó sexto con un 7,6% de los sufragios, fue quien más claramente salió en apoyo de Boric, aunque con una advertencia: «Si usted no une, si usted sigue intransigente, perderemos».
El candidato de Unión Patriótica, Eduardo Artés, que terminó séptimo en la contienda con un 1,5% de las preferencias, aseguró que combatirá el «fascismo de Kast», pero declinó respaldar a Boric.
Con la tranquilidad del triunfo y buenas perspectivas, el triunfador de la jornada, el pinochetista confeso Kast, hizo un gesto a los adherentes de Provoste y Parisi (quinto y tercer lugar, respectivamente) y aseguró que quiere «recoger todo lo positivo de esos proyectos».
En tanto, en el búnker que buscó esconder el impacto del inesperado resultado, Boric largó un discurso fundamentalmente dirigido a sus bases y sentenció: «No va a ser la primera vez que partimos desde atrás. Lo hicimos cuando luchamos por la educación, lo hicimos cuando rompimos el sistema binominal, lo hicimos cuando juntamos las firmas y cuando fuimos a la primaria».
«La segunda vuelta va a ser estrecha, pero estoy seguro de que vamos a ganar esta segunda vuelta.(..)..no vengo a hablar contra el otro candidato, venimos a ser los voceros de la esperanza y el diálogo. La cruzada es que la esperanza le gane al miedo», planteó el diputado de Convergencia Social.
Las elecciones incluían también la renovación parcial del Senado, cuyo mapa actualizado quedó liderado por la oficialista Chile Podemos Más que agrupa a Renovación Nacional (RN), Unión Demócrata Independiente (UDI), Evópoli y el Partido Regionalista Independiente Demócrata (PRI), que consiguió 12 escaños nuevos y 24 en total.
Le sigue Nuevo Pacto Social, que a los 10 representantes que ya tenía le agregó, entre nuevos nombres electos y otros reelectos, ocho cupos, para completar 18 senadores.
Apruebo Dignidad, que hoy detenta un solo asiento -con Juan Ignacio Latorre de Revolución Democrática (RD)-, añadió cuatro: dos de la Federación Regionalista Verde Social y dos del Partido Comunista, que vuelve a la Cámara alta.
Así, el pacto ahora cuenta con cinco nombres.
Además de esas coaliciones, el Partido Republicano logró meter un escaño al Senado, en tanto que habrá dos independientes fuera de lista: Fabiola Campillai -la mujer que recibió el impacto de una bomba lacrimógena en la cara durante una protesta y perdió complemente la visión, y terminó siendo la legisladora más votada- y Karim Bianchi.
Fuente: Telam