Las importantes señales que delatan glucosa alta, no los ignores

Dia uno
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¿Qué es la glucosa en sangre?

La glucosa en sangre, o azúcar en la sangre, es el azúcar principal que se encuentra en la sangre. Es la principal fuente de energía de su cuerpo. Proviene de los alimentos que consume. Su cuerpo descompone la mayor parte de ese alimento en glucosa y la libera en el torrente sanguíneo. Cuando su glucosa en sangre sube, le indica a su páncreas que libere insulina. La insulina es una hormona que ayuda a que la glucosa entre en las células para ser utilizada como energía.

¿Por qué es importante monitorearla?

Una cantidad excesiva o insuficiente de glucosa en la sangre podría ser un signo de un problema médico serio. Los niveles altos de glucosa en la sangre (hiperglucemia) pueden ser un signo de diabetes, una enfermedad que puede causar serios problemas de salud a largo plazo.

Niveles altos de glucosa en la sangre también pueden ser causados por otras enfermedades que afectan los niveles de insulina o glucosa en la sangre, como problemas con el páncreas y glándulas suprarrenales.

Niveles bajos de glucosa en la sangre (hipoglucemia) son comunes en personas con diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2 que toman ciertos medicamentos para la diabetes. Algunas afecciones, como enfermedad del hígado, pueden causar niveles bajos de glucosa en la sangre en personas sin diabetes, pero esto es poco común. Sin tratamiento, niveles bajos de glucosa en la sangre demasiado severos pueden causar problemas de salud graves, incluyendo convulsiones y daño cerebral.

Síntomas de hiperglucemia

Los síntomas del azúcar alta en la sangre pueden incluir:

  • Tener sed excesiva o tener de manera constante la sensación de boca seca.
  • Ver borroso.
  • Padecer de piel seca.
  • Sentirse débil o cansado, sin razón aparente.
  • Necesidad de orinar mucho. Levantarse por las noches más de lo habitual para orinar

Complicaciones a largo plazo

Mantener el nivel de glucosa en la sangre dentro de un rango saludable puede ayudar a prevenir muchas complicaciones relacionadas con la diabetes. La hiperglucemia sin tratar puede causar las siguientes complicaciones a largo plazo:

  • Enfermedad cardiovascular
  • Daño a los nervios (neuropatía)
  • Daño renal (nefropatía diabética) o insuficiencia renal
  • Daño a los vasos sanguíneos de la retina (retinopatía diabética) que podría causar ceguera
  • Problemas en los pies causados por nervios dañados o un flujo sanguíneo insuficiente que puede causar infecciones importantes de la piel, úlceras y, en algunos casos graves, la necesidad de amputación
  • Problemas en los huesos y las articulaciones
  • Infecciones en los dientes y las encías

¿Cómo puedo prevenir la glucosa alta?

Tomar medidas para llevar unos hábitos de vida saludables puede servir para prevenir o, al menos, retrasar el desarrollo de la diabetes tipo 2. En especial, conviene llevar una alimentación sana y equilibrada, realizar ejercicio de manera habitual y mantener el peso en un nivel saludable. Para lograr estos objetivos, podrá ser útil seguir los siguientes consejos:

  • Comer frutas y verduras en cada comida. Este tipo de alimentos aportan hidratos de carbono de absorción lenta y tienen fibra, lo que ayuda a la sensación de saciedad. Cada comida principal debería incluir una verdura. La fruta puede comerse como postre, pero también como tentempié o merienda saludable.
  • Equilibrar las fuentes de proteínas. Las proteínas son importantes, pero conviene obtenerlas de fuentes saludables, reduciendo la ingesta de carnes rojas y favoreciendo las proteínas de origen vegetal presentes en legumbres, frutos secos y cereales integrales. También es recomendable incluir más pescado, especialmente azul, aves y lácteos bajos en grasa; y reducir el consumo de carnes rojas y fiambres.
  • Evitar el consumo excesivo de grasas saturadas y las grasas trans. Las grasas saturadas, como las de origen animal presentes en carnes y lácteos, son menos saludables que las insaturadas, generalmente de origen vegetal, como el aceite de oliva, el aguacate o los frutos secos. El pescado azul también es una fuente natural de ácidos grasos insaturados omega 3. Las grasas trans son ácidos grasos insaturados obtenidos industrialmente por hidrogenación de grasas saturadas y su ingesta eleva el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, por lo que se debería evitar por completo el consumo de este tipo de ingredientes, presentes en repostería industrial, aperitivos y platos preparados.
  • Reducir el consumo de hidratos de carbono y evitar las bebidas con azúcar. Los carbohidratos son necesarios, pero es preferible que estos sean de absorción lenta, por lo que es mejor comer frutas y cereales integrales que zumos y harinas refinadas. Es por ello recomendable evitar los refrescos azucarados y el consumo habitual de dulces.
  • Eliminar el tabaco y evitar el alcohol. El consumo de estas sustancias aumenta el riesgo de diabetes, además de presentar muchos otros efectos perjudiciales para la salud.
  • Realizar actividad física a diario. Evitar el sedentarismo es fundamental para llevar una vida saludable. La falta de actividad física suficiente contribuye al sobrepeso y a generar resistencia a la insulina, mientras que unos hábitos de vida activos contribuyen a mantener bajo control los niveles de glucosa en sangre. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un mínimo de 30 minutos de ejercicio de intensidad moderada al día. Este objetivo se puede conseguir si se incorporan a la vida diaria hábitos saludables, como caminar o montar en bicicleta para ir a los sitios, en lugar de conducir, o subir escaleras, en lugar de usar el ascensor.
  • Controles periódicos del estado de salud. Llevar un seguimiento del estado de salud puede ayudar a mantener bajo control los niveles de glucosa en la sangre, así como la presión arterial y el colesterol, y tomar las medidas oportunas en caso de que se detecten desviaciones.
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