La medidas implementadas por los gobiernos para frenar la pandemia del coronavirus provocó la interrupción de las rutas de tráfico de drogas por aire y la reducción drástica de transporte por tierra, “lo que está causando que sus consumidores recurran a prácticas aún más peligrosas”, advirtió hoy la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd).
El informe indica que “la producción y distribución de cocaína parece estar interrumpida en los países productores de América Latina, al mismo tiempo que la escasez de heroína en Europa y Norteamérica está causando que sus consumidores recurran a prácticas aún más peligrosas”, informó la agencia de noticias de la ONU.
En América Latina, la producción de cocaína “también parece tener obstáculos en Colombia, ya que los productores sufren de escasez de gasolina, un químico esencial que entraba por contrabando desde Venezuela”.
Según la Onudd, las cadenas de suministro “parecen estar fuertemente afectadas por los controles policiales, lo que podría llevar a los productores a almacenar grandes cantidades de la droga dentro del país”.
En Estados Unidos se reporta -según el informe- una escasez de cocaína en las calles, y en Brasil hubo fuertes aumentos de precios de la droga.
Al estar algunas cadenas de suministro de drogas interrumpidas, “los traficantes están buscando rutas alternativas, incluidas las marítimas, dependiendo de la mercancía”.
Las drogas sintéticas, como la metanfetamina por ejemplo, suelen ser traficadas a través de los continentes por vía aérea más que otros tipos de drogas, señala la investigación.
Con respecto a la cocaína, la Onudd sostiene que “es traficada por mar por lo que se continúan detectando grandes cargas en los puertos europeos durante la pandemia”.
En cuanto a la heroína, el informe dice que se trafica “principalmente” por tierra, “pero debido a la pandemia, las rutas marítimas parecen cada vez más utilizadas para traficarla, como lo demuestran las incautaciones de opiáceos en el Océano Índico”.
La escasez en el suministro de heroína “puede conducir al consumo de sustancias nocivas producidas en el país”.
Europa, el sureste de Asia y América del Norte informaron sobre la escasez de heroína y algunos países del antiguo continente advirtieron que los consumidores la reemplazaron con fentanilo, un narcótico sintético opioide utilizado en medicina por sus acciones de analgesia y anestesia que tiene una potencia superior a la morfina.
También hubo un aumento en el uso de productos farmacéuticos como los benzodiacepinas (medicamentos psicotrópicos con efectos sedantes), que ya duplican su precio en ciertas áreas.
“Otro patrón dañino resultante de la escasez de drogas es el aumento en el uso de drogas inyectables y el uso compartido de equipos de inyección, que conlleva el riesgo de propagar enfermedades como el VIH / SIDA, la hepatitis C y la propia Covid-19”, advierte la Onudd.
El uso compartido de equipos de inyección también aumenta el riesgo de sobredosis entre quienes se inyectan y están infectados con coronavirus.