Los pumas enfrentan una situación crítica, pues cada vez son más los lobos que cazan a sus crías y se alimentan de sus presas en los Estados Unidos.
La muerte de animales a mano de los seres humanos es una realidad que ha llevado a diversas especies a la extinción. Sin embargo, en las profundidades de los bosques nevados de Wyoming, una especie depredadora se está imponiendo a otra sin el protagonismo de cazadores furtivos. Pareciera que las poblaciones de puma en la zona están alcanzando cifras preocupantes para la conservación de estos felinos en libertad.
Recientemente, se ha observado cómo los lobos locales acechan a los cachorros de puma para cenar. Así como se alimentan de las crías de puma, orillan a los ejemplares adultos a la hambruna, terminando con otras de sus presas naturales.
Una escena “difícil de ver”
Este comportamiento no es nuevo. A mediados del siglo XX, un fenómeno similar se observó en otras áreas protegidas de Estados Unidos. A partir de la década de los 50, diversos científicos se dedicaron a documentar y a tratar de entender cómo era que los ejemplares de pumas descendían considerablemente.
Los esfuerzos por encontrar una respuesta no cedieron. Por el contrario, la situación preocupa todavía a los biólogos contemporáneos, ya que pone en peligro a las poblaciones de felinos salvajes de América, el segundo más grande del continente. Por esta razón, desde 2014 Mark Elbroch se ha dedicado a investigar de cerca el sitio, en Wyoming’s Teton Range. Se describe a sí mismo como “ecologista, autor, científico y narrador, con doble interés en el rastreo de animales y los pumas”, y ha dedicado largos años a estudiar esta problemática natural.
Elbroch descubrió recientemente que varias manadas de lobos se establecieron en el área a lo largo de los años. En las cercanías de acantilados rocosos, los pumas encontraron un lugar seguro para vivir y asentarse. El científico siguió la pista de una familia en específico: el puma F47 y sus tres cachorros. Sin embargo, en tres meses, los lobos locales ya habían matado a la camada. Su equipo de investigación encontró los cuerpos desmembrados en el sueño. Ante la noticia, Elbroch sencillamente dijo que “fue difícil para nosotros de ver“.
Las investigaciones continúan
Después de un periodo extendido de investigación de campo, Elbroch y su equipo se dieron cuenta de que los lobos estaban en proceso de recolonizar el occidente del país. En los bosques de esta parte de Estados Unidos hay un notable aumento de estos animales, que han terminado con las presas naturales de otras especies. Tal es el caso de los pumas.
Para profundizar en la materia, Elbroch se propuso entender qué fue lo redujo exactamente la población de pumas a la mitad. Recopiló datos sobre 147 pumas que vivían en la zona, y para poder rastrear a los cachorros y a los adultos por igual, les instalaron collares con GPS. De esta manera, podrían saber en dónde se encontraban los pumas —y también sus depredadores.
Elbroch y su equipo concluyeron que los estados que aún no tienen poblaciones de lobos pronto se enfrentarán al desafío de manejarlos. De la misma manera, tendrán que reevaluar cómo mantener a los pumas seguros cuando los lobos establecen su residencia. Por esta razón, hoy en día las poblaciones de pumas en Estados Unidos enfrentan retos importantes de supervivencia. Las investigaciones continúan.
Fuente: NATIONAL GEOGRAPHIC