Marcha en defensa del patrimonio y contra la especulación inmobiliaria

Dia uno
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Más de 50 organizaciones sociales y asambleas vecinales protestaron este sábado frente a la Legislatura porteña contra el modelo de ciudad planteado por el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, al considerar que posibilita «la demolición sistemática» del patrimonio urbano y la proliferación de torres en zonas de casas bajas en «detrimento de la identidad de los barrios».

La movilización, que se desarrolló en una de las esquinas del Parlamento porteño dado que su principal ingreso estuvo bloqueado por vallas de la Policía de la Ciudad, reunió a un nutrido grupo de vecinos y vecinas que viajaron desde distintas comunas porteñas para visibilizar la situación que atraviesan frente a la pérdida del patrimonio barrial a partir de la destrucción de viviendas para convertirse en construcciones en altura.

Con carteles con las leyendas «Una Ciudad sin patrimonio, es una Ciudad sin futuro», «Se Va Buenos Aires», «No al Código» y «Los espacios públicos son de libre acceso», los manifestantes organizaron una radio abierta en la que cada representante barrial contó su experiencia.

También, colocaron fotografías sobre una de las vallas con imágenes que retrataban las antiguas edificaciones y los edificios por las que fueron reemplazadas a partir de la reforma del Código Urbanístico, aprobado en 2018 por la Legislatura.

«Este Código Urbanístico permite construir a más escala en los barrios y dicen que la destrucción la hacen en función del progreso. Debemos ponernos de acuerdo y ver lo que podemos hacer todos juntos», dijo Mauro Sbarbati, de Basta de Demoler, la organización que convocó a la protesta y trabaja desde hace décadas en defensa del patrimonio urbano.

Por su parte, Jonatan Baldiviezo, referente del Observatorio del Derecho a la Ciudad, definió que en la CABA «se viven cuatro agresiones: la apropiación de la Costanera, once convenios urbanísticos que habilitan torres, la amenaza a la identidad de los barrios de casas bajas y la falta de relevamiento de los inmuebles anteriores a 1941» y agregó que «hay que suspender el Código Urbanístico».

Las organizaciones vecinales atribuyeron al «boom inmobiliario» de torres en zonas de casas bajas al Código Urbanístico que fue aprobado en 2018 por la Legislatura, en reemplazo del anterior Código de Planeamiento Urbano, que amplió los topes de las alturas permitidas para futuras construcciones y abrió la puerta, a su entender, de un proceso de «especulación inmobiliaria» de los desarrolladores privados.

También estuvieron presentes los referentes de las asociacionesBasta de Mutilar Nuestros Árboles, Buenos Aires Perdida, Casas Chorizo Patrimonio, Casco Histórico Protege, Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, Encuentro en Defensa del Espacio Público, La Defensoría de Laburantes y Tierras Ferroviarias Verdes, entre otras.

En ese marco, algunas de las asociaciones iniciaron una campaña de recolección de firmas en la plataforma Chance.org (Change.org/SeVaBuenosAires) para que los Poderes Ejecutivo y Legislativo «suspenda los efectos del Código Urbanístico, aprobado en el 2018, que permite la destrucción de la identidad de los barrios residenciales de casas bajas e impulsa la sobre construcción en otros barrios ya consolidados».

«Necesitamos que dejen de defender los intereses económicos de unos pocos en contra de los derechos colectivos de la ciudadanía. La construcción de mega edificios no resuelve en absoluto el déficit habitacional de larga data en la Ciudad de Buenos Aires», indicaron en la petición.

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