La pandemia de coronavirus causó la muerte a más de 750.000 personas en todo el mundo, en un momento en que las primeras olas en el continente americano continuaban creciendo y los temidos rebrotes de una segunda obligaban a gran parte de Europa, Asia y Oceanía a reimponer medidas preventivas.
Un poco más de la mitad de las muertes, unas 400.000, se registraron en el continente americano, mientras otras 217.000 en naciones europeas.
Cerca de la mitad de los decesos en total fueron reportados en los cuatro países más afectados: Estados Unidos, (166.118), Brasil (105.463), México (54.666) e India (47.033).
Además, de las casi 20,8 millones de personas que contrajeron el virus, más de 13,7 millones se recuperaron, pero 64.000 se mantienen en estado grave o crítico.
En las últimas 24 horas no hubo cambios en la lista de los 10 países más afectados, encabezada por Estados Unidos y Brasil y en la que también se encuentran naciones americanas como México, Perú, Colombia y Chile, según la agencia de noticias EFE.
No obstante, el temor por la segunda ola de contagios de coronavirus crece en Europa ante el persistente aumento de casos.
Tanto España, que registró hoy casi 3.000 nuevos contagios, como Francia, con casi 2.700 en las últimas 24 horas, alcanzaron los números más elevados desde mayo, cuando los países iniciaron la reapertura con la flexibilización de las restricciones que se habían adoptado para contener la pandemia.
Lo mismo ocurrió en Alemania, que detectó cerca de 1.500 nuevos enfermos en la última jornada, la cifra más alta desde mayo, según informó hoy el Instituto Robert Koch (RKI), ente gubernamental encargado del control de enfermedades infecciosas.
Por su parte, el Reino Unido notificó hoy 18 defunciones por el virus, tras un cambio en la metodología en el registro de decesos que eliminó 5.733 del cómputo oficial, y pasó de contabilizar 46.706 a 41.329.
Sin embargo, sigue siendo una de las cifras más altas del continente por delante de Italia, con unos 35.000.
De ahora en adelante, las autoridades solo calificarán como muertes por coronavirus a aquellas que se hayan producido dentro de los 28 días posteriores al resultado positivo del paciente, un criterio que ya se utilizaba en Escocia, Gales e Irlanda del Norte, pero no en Inglaterra.
Fuente: Telam