El gobierno argentino, liderado por Javier Milei, expresó su respaldo al presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, en su intento por asumir el cargo el próximo 10 de enero. Sin embargo, aclararon que no habrá intervención de las fuerzas de seguridad argentinas en el regreso de Urrutia a Caracas, dado el contexto incierto y potencialmente conflictivo.
Urrutia, exiliado en España, busca apoyo internacional para enfrentar al régimen de Nicolás Maduro, que ha ignorado los resultados electorales y retiene el poder pese a la presión internacional.
González Urrutia eligió Argentina como primer destino en su gira internacional de apoyo. En Buenos Aires, se reunió con el presidente Milei en la Casa Rosada y participó en un almuerzo con el canciller Gerardo Werthein y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. En estos encuentros, las autoridades argentinas reiteraron su compromiso de apoyar a Venezuela en su camino hacia la democracia, aunque subrayaron que no ofrecerán asistencia de seguridad en el regreso de Urrutia al país sudamericano.
En vísperas de la ceremonia de posesión que Maduro planea encabezar, las autoridades argentinas advirtieron sobre la incertidumbre que rodea el regreso de Urrutia a Venezuela. Pese al respaldo internacional, existen dudas sobre si podrá ingresar al país sin enfrentar violencia o detención. La ministra Bullrich enfatizó que la decisión sobre el proceso de toma de posesión recae en Urrutia y su equipo, mientras Argentina se compromete a acompañarlos dentro de los límites que ellos determinen.
«Apoyamos que Venezuela sea un país democrático y libre. Le damos nuestro apoyo, pero desde ahí son ellos los que tienen que tomar su curso», comentó un alto funcionario argentino.
La situación de Nahuel Gallo, el gendarme argentino secuestrado en Venezuela, sigue siendo una preocupación para las autoridades argentinas. Aunque la visita de Urrutia no compromete su liberación, el gobierno de Milei continúa apelando a organismos internacionales para lograr su regreso a casa.