Los países en desarrollo no podrán aprovechar sus tipos de cambio más débiles por la paralización del comercio mundial y el turismo debido a la pandemia de coronavirus, según un informe elaborado por investigadores del Fondo Monetario Internacional (FMI).
«Si bien la caída de las monedas ha sido tradicionalmente una bendición para los exportadores, este no es el caso hoy, ya que el comercio mundial está detenido a causa de la epidemia», señaló el trabajo publicado en el blog del organismo multilateral.
«Una caída en el número de turistas a medida que los gobiernos cierran las fronteras para contener el virus erosionará aún más los beneficios de los tipos de cambio más baratos«, agregó el FMI.
Es poco probable que las monedas más débiles “proporcionen un impulso material a sus economías a corto plazo, ya que la respuesta de la mayoría de las exportaciones se silenciará, además de las interrupciones físicas al comercio por las interrupciones de la oferta y la demanda”, escribieron, según la agencia Bloomberg.
El comercio mundial sufrió una histórica caída en el pico de los confinamientos para contener la propagación del virus, más del 12% solo en abril, según datos de CPB Netherlands Bureau for Economic Policy Analysis.
Los economistas aún evalúan el daño en medio de una segunda ola de infecciones y el FMI espera que la economía global tenga este año su contracción más profunda desde la Gran Depresión.
Un indicador de JPMorgan de las monedas de los mercados emergentes se desplomó más de 10% este año, ya que la epidemia provocó una búsqueda global del dólar como refugio.
La fortaleza del dólar estadounidense “probablemente amplifique la caída a corto plazo de la actividad comercial y económica mundial”, escribieron los investigadores del FMI.
“Tanto los precios internos más altos de los bienes y servicios comercializados, como los efectos negativos en el balance general sobre las empresas importadoras, conducen a una menor demanda de importación entre otros países además de EE.UU.”, precisaron.
Si bien las monedas aún tienen un rol que desempeñar en la mitigación de las presiones de salida de capital, aún se necesitará estímulos fiscales y monetarios, incluidas herramientas no convencionales, para proteger a los países en desarrollo de lo peor del virus, concluyeron.