Un profesor de educación física que trabajaba en un conocido gimnasio céntrico de Puerto Rico, y que además se desempeña como masajista particular, irá a juicio oral acusado de abuso sexual en perjuicio de una joven clienta de 22 años.
El auto de elevación fue firmado hace pocas semanas, tras considerarse el cierre de la etapa de instrucción del caso y por el peso de las pruebas recolectadas en contra del imputado.
Según consta en la denuncia formulada por la víctima, los vejámenes se habrían producido en el departamento del implicado en donde la muchacha fue citada para una sesión de masajes, a mediados de marzo del año pasado.
Según pudo saber El Territorio con fuentes ligadas a la investigación, el caso saltó a la luz tras la denuncia policial hecha por la víctima, quien comentó lo que le tocó padecer durante un turno de masajes al que había asistido en el departamento del acusado, ubicado sobre la avenida 9 de Julio de Puerto Rico.
De acuerdo al relato vertido por la muchacha, durante la primera semana del marzo del 2024 empezó a ir a un conocido gimnasio de la zona céntrica de la localidad en donde también trabaja el acusado. En ese contexto, el profesor de educación física se habría presentado además de instructor como masajista particular. Y se ofreció a brindarle dichos servicios cuando la joven lo precisara.
Siempre desde el relato de la denunciante, una semana más tarde, por recomendación de conocidos y por tener al acusado en el gimnasio y considerarlo de confianza, la muchacha decidió solicitar un turno para una sesión de masajes. Cita que se concretó días después en el departamento del sospechoso.
Durante la clase de masajes – que se realizaron en la habitación del dueño de casa por tener únicamente aire acondicionado en ese sector- el acusado comenzó en primera instancia realizando trabajos en las piernas de la chica. Pero de un momento a otro, el imputado centró los masajes en el sector de glúteos, lo que comenzó a llamar la atención de la cliente.
Pero tras pasar algunos minutos, en un momento dado, el acusado comenzó a tocar las partes íntimas de la muchacha y ante el intento de esta última por incorporarse de la camilla donde estaba recostada el masajista ejerció fuerza sobre su torso para que no pudiera hacerlo. Todo esto hasta que la víctima logró reincorporarse y dio por terminada la sesión ante la actitud depravada del profesional.
Inmediatamente, la victima narró lo ocurrido a su mamá y posteriormente se presentó en sede policial para denunciar al masajista.
A partir del sumario policial, el Juzgado de Instrucción Uno de Puerto Rico, a cargo del juez Manuel Balanda Gómez, comenzó a investigar el caso. Una de las primeras medidas fue el llamado a declaración testimonial al juzgado de la denunciante, quien durante varias horas describió con lujo de detalles varias cuestiones importantes para el esclarecimiento del caso.
Esto último relacionado a las características del departamento en donde ocurrió el hecho, como así también vestimentas y elementos que observó el día del ataque sexual.
Un día más tarde, tras tomar conocimiento de la fuerte acusación en su contra, el profesor de educación física se presentó espontáneamente ante el Juzgado y decidió contar su versión de los hechos.
Según fuentes de la pesquisa, el masajista negó haber existido un abuso y comentó que todo se trató del ejercicio de sus trabajos como masajista. E incluso sostuvo que ese día tanto él como su clienta no se encontraban solos en el lugar y afirmó que un primo suyo estaba en otro sector del inmueble.
Pero luego escuchar el aporte del implicado, en base a los elementos recopilados en la investigación, el juez Manuel Balanda Gómez dispuso el arresto del hombre, diligencia que se produjo a finales de ese mismo mes.
Cabe recordar que en el marco de la situación procesal del acusado, el mismo magistrado denegó un pedido de excarcelación presentado por el abogado del sospechoso, quien continúa tras las rejas acusado de abuso sexual con acceso carnal.
Por otro lado, según averiguaciones hechas por los investigadores, se logró establecer que el detenido había arribado hace pocos meses a la localidad desde Posadas, en donde al parecer también registraría una denuncia similar