Después de 32 años en cautiverio en el Ecoparque porteño, la elefanta Pupy inicia su nueva vida en el Santuario de Elefantes de Mato Grosso, Brasil. El traslado fue posible gracias a un esfuerzo conjunto entre varias organizaciones y representa un paso hacia la libertad y el bienestar de la elefanta.
La elefanta africana «Pupy», que pasó más de tres décadas en cautiverio en el Ecoparque porteño, inició su camino hacia la libertad en el Santuario de Elefantes de Mato Grosso, Brasil. Este traslado, que tuvo lugar el 14 de abril, representa un esfuerzo significativo por devolverle a Pupy su esencia salvaje y permitirle caminar con independencia por más de 1000 hectáreas de terreno.

El operativo de traslado, que demandó más de dos años de trámites, entrenamientos y controles sanitarios, fue posible gracias a la colaboración entre el Ecoparque, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), el Ministerio de Agricultura de Brasil (MAPA), la Fundación Franz Weber y Proyecto ELE.
Pupy, transportada desde África a Argentina en 1993, había vivido en soledad y encierro, condiciones que limitaron su bienestar físico y emocional. Durante los últimos meses, sus cuidadores trabajaron intensamente en su entrenamiento mediante técnicas de refuerzo positivo para familiarizarla con la caja de transporte diseñada especialmente para elefantes.
Un largo viaje hacia la libertad
El viaje de Pupy, que comenzó este lunes por la mañana, contempla un recorrido terrestre de aproximadamente 4.000 km hasta el Santuario de Elefantes Brasil (SEB). El martes por la tarde, la caravana cruzó el puente internacional Tancredo Neves, que une Puerto Iguazú con Foz do Iguaçu, en Brasil.
Tomás Sciolla, director de proyecto de la Fundación Franz Weber, relató desde la ruta: «Hace más de 30 horas que no descansamos, pero estamos muy contentos y con energía. Pupy mantiene la calma, está comiendo y reaccionando bien gracias al entrenamiento previo». Durante el trayecto, la elefanta fue alimentada con frutas y vegetación en cada parada, y monitoreada por un equipo de profesionales que incluye a veterinarios especializados como Trish London y Joana Cecilia Rincón.
El seguimiento de su estado de salud incluyó evaluaciones constantes de su alimentación, estado anímico y signos de estrés.
Un nuevo hogar en el Santuario de Elefantes Brasil
El Santuario de Elefantes Brasil, impulsado por el Global Sanctuary for Elephants y ElephantVoices, es el primero de su tipo en América Latina, diseñado para ofrecer condiciones de semi-libertad a elefantes rescatados del cautiverio. Allí, Pupy convivirá con otras cinco elefantas asiáticas: Guillermina, Rana, Maia, Bambi y Mara, esta última también trasladada desde el Ecoparque en 2020.
En el santuario, los animales pueden recuperar sus comportamientos naturales, establecer vínculos sociales y vivir en un entorno más cercano a su hábitat original. Alejandra García, coordinadora de Proyecto ELE, explicó: «Es una transformación profunda. Los elefantes vuelven a tener estímulos visuales, olfativos y sociales, recuperan la capacidad de tomar decisiones y de vivir en manada».
Además, García destacó que las elefantas africanas, como Pupy, son particularmente inteligentes, reactivas y con gran memoria, razón por la cual el traslado fue cuidadosamente evaluado. En febrero, cuando aún no se sentía lista, la operación fue pospuesta. Sin embargo, este lunes soleado de abril, Pupy dio la señal de estar preparada para comenzar su nueva vida, marcando así un nuevo capítulo de esperanzas y libertad.