Este tipo de cáncer es frecuente y tiene como base una infección viral, para la que existe vacuna. Cómo se transmite esta infección, qué métodos sirven para prevenir y cómo se detecta una posible lesión.
La prevención es posible en algunos tipos de cáncer y justamente, esta enfermedad, cuando afecta al cuello uterino de la mujer, es una de las que más fácilmente se pueden evitar, y con ello evitar también la angustia, el riesgo de infertilidad, las complicaciones e incluso la muerte.
PODRÍA INTERESARTE
El cuello uterino o cérvix es el extremo inferior y angosto del útero y lo conecta con la vagina. Su ubicación lo hace vulnerable a infecciones, sobre todo de transmisión sexual; y una de ellas, el HPV ( virus del papiloma humano) produce lesiones capaces de transformarse en cáncer. Como es de evolución lenta, puede permanecer años sin causar síntomas y en esa etapa, las lesiones solo se pueden detectar mediante un estudio, como el Papanicolaou o la colposcopia. A menudo, si se descubre este tipo de lesiones, es posible removerlas sin mayores consecuencias, aunque el tratamiento quirúrgico puede hacer que el cuello del útero ya no sea capaz de retener un posible embarazo.
La Dra. Agustina Paula Starvaggi (MN129878), ginecóloga del equipo médico de William Hope, explica más sobre este tipo de cáncer y cómo prevenirlo.
¿Cómo se relacionan el cáncer de cérvix y el HPV?
«La ventaja que tenemos frente a este cáncer es que se conoce el agente causal del mismo, que tiene como su base una infección por el virus HPV: esto quiere decir que todos los cánceres de cuello tienen como base una infección por HPV, pero no que todas las infecciones por HPV necesariamente generará cáncer, por el contrario, la mayoría no. Existen más de 150 tipos de HPV, algunos con alto riesgo y otros con bajo riesgo oncológico» , aclara la médica. «Se transmite por vía sexual y contacto íntimo y el preservativo y otros métodos de barrera no impide totalmente su transmisión, si bien la disminuyen. La infección por VPH es común, y en la mayoría de las personas el organismo es capaz de eliminarla por sí mismo. Sin embargo, en algunos casos la infección no desaparece y se denomina infección crónica. Una infección crónica causada por los tipos de HPV de alto riesgo, puede llevar a largo plazo al cáncer de cuello uterino»
Qué herramientas existen para prevenirlo
En primer lugar, existe una Vacuna Anti HPV, que protege contra las infecciones por HPV potenciales, a partir de la aplicación de la vacuna. Está en el calendario nacional y se aplica a los 11 años de edad: la idea es que sea antes del inicio de las relaciones sexuales. «Aparte de la vacuna, para todas las mujeres de cualquier edad la detección precoz se hace con el Papanicolaou, que es la principal prueba de detección para el cáncer de cuello uterino y los cambios precancerosos. Consiste en un examen ambulatorio en donde se toma una muestra de células del cuello uterino, que se deriva para su análisis a anatomía patológica», explica la especialista. » La colposcopia se hace junto con el PAP. Consiste en la exploración del cuello uterino con el colposcopio luego de la aplicación de ácido acético, el cual resalta las lesiones por HPV. El colposcopio es un telescopio binocular de enfoque próximo que permite ver con detalle regiones anormales del cuello uterino. Y por último está el test de HPV, para el que se obtiene una muestra donde buscar partículas de ADN viral en las células del cuello uterino. « Todo esto se puede realizar en una misma ocasión. Hoy en día las mujeres están familiarizadas con estos estudios, que se pueden hacer en consultorio y son mínimanente invasivos.
Aún con la vacuna, se recomienda que toda mujer entre uno y tres años del inicio de sus relaciones sexuales haga chequeos para rastrear esta enfermedad oncológica, con un PAP y una colposcopia.
«A los 65 años podría suspenderse el control, siempre y cuando los pap de los últimos 10 años sean normales- comenta la doctora- y las mujeres que hayan tenido una histerectomía- extirpación del útero – no requieren realizar el pap anual a menos que se hayan operado por alguna patología relacionada con HPV,» aclara la dra. Starvaggi