Detrás de cada participante de La Voz Argentina hay un sueño, un anhelo. Pero también toda una historia que lo llevó hasta ese lugar, y muchas de ellas son conmovedoras.
Fue el caso de Yanela Toscano, quien, más allá de lograr que La Sole y Lali se dieran vuelta, reveló qué la incentiva a cantar día a día y para qué le sirve la música. Porque no todo es fama y éxito: también a través de las canciones logramos otros objetivos, mucho más nobles.
Yanela es de Avellaneda, tiene 34 años, y se define como “mamá”. Tiene tres hijas, y la menor fue diagnosticada con autismo.
Eso hizo que la joven madre buscar otras formas de conectarse con su beba, ya que su cinduicióbn le dificulta la comprensión verbal y el contacto visual. Pero con la música, y cantándole canciones, ha logrado grandes avances.
Y en el video de presentación de La Voz Argentina, lo explica claramente: “Cuando me entero que a mi hija más chiquitita la diagnostican con autismo fue un golpe durísimo para el papá y para mí”, admitió la participante. “Intenté incentivarla con la música que es lo que escucha desde la panza. Yo le canto y ella me conecta con la mirada, porque en los nenes con autismo es bastante difícil conectar”, detalló.
Cantar es una actividad lúdica y placentera, que ha generado en su caso un puente con su hijita. “Es un cable a tierra para mí jugar a cantar, y cantarle cuando se va dormir, cuando se va a bañar”, comenta
Tras dos evaluaciones muy positivas del jurado, finalmente Yanela pasó a ser parte del team Lali. Y reveló qué la llevó a anotarse en el certamen: “Me anoté en La Voz Argentina porque quiero que la gente me conozca, me escuche y poder transmitir con lo que hago”, aseguró.