El pan de salvado es un básico de los desayunos y también de las meriendas. Ideal para untarlo con queso y mermeladas. Es perfecto para hacerse un sándwich saludable, o tostarlo y usarlo como base de una bruschetta.
Y si a todo esto le sumas que puedes hacerlo fácil y rápido en casa, se convierte en infalible. También se puede freezar porcionado y descongelarlo cada mañana directo en el horno. De esta forma tendrás una panadería en casa, sin darte cuenta.
Ingredientes
- 10 cucharadas de salvado
- 20 cucharadas de agua tibia
- 45 gramos de levadura de cerveza
- 50 gramos de azúcar
- 100cc de agua tibia
- 50 gramos de manteca
- 500 gramos de harina
- 1 cucharadita de sal
Preparación
- Remojar el salvado con las 10 cucharadas de agua tibia.
- Aparte diluir la levadura con el azúcar y los 100cc de agua tibia, taparla y dejarla reposar en un lugar tibio hasta que haya espumado.
- Recién entonces agregar el salvado, la manteca y la harina cernida con la sal.
- Batir en batidora con la espátula mezcladora o con cuchara de madera, para que entre aire a la masa.
- Luego amasar sobre la mesada. Debe obtenerse una masa tierna que no se pegue en las manos.
- Colocar el bollo obtenido en un bol enmantecado, taparlo con un lienzo y dejar leudar en lugar tibio hasta que haya aumentado el doble de su volumen. Luego volver a amasar el bollo para desgasificarlo, dejarlo leudar nuevamente.
- Cortar la masa en porciones y dar forma a los panes. También pueden hacer espigas, flautas o panes moldeados.
- Colocar las piezas sobre placas enmantecadas y enharinadas o en moldes de pan. Dejar leudar nuevamente, pincelar con huevo y cocinar en horno caliente hasta que la superficie esté dorada.