Entre las víctimas (18 en total) que vivían en condiciones de hacinamiento, sin agua corriente y con remuneración por debajo de lo pactado, había un adolescente de 16 años.
Casi una veintena de trabajadores rurales oriundos de Misiones que eran víctimas de explotación laboral en la cosecha de uva en una zona rural de la localidad de San Marcos (Brasil), fueron rescatados en las últimas horas a instancias de un operativo del Ministerio de Trabajo y Empleo (MTE) en conjunto con el Ministerio Público del Trabajo de Río Grande do Sul (MPT) y la Policía Federal de Carreteras (PRF) del vecino país.
Entre los misioneros, que vivían en condiciones de hacinamiento, sin agua corriente y con remuneración por debajo de lo pactado, había un adolescente de 16 años. En entrevista con las autoridades, las víctimas contaron que cruzaron desde Bernardo de Irigoyen a Dionisio Cerqueira y desde allí se trasladaron hasta San Marcos, tras viajar alrededor de 600 kilómetros.
La intervención constató que los changarines recibían un salario menor al pactado por el trabajo, además dormían en alojamientos hacinados y sin las condiciones mínimas, como la falta de agua corriente y de camas suficientes. El dueño del campo es argentino y por las condiciones en las que tenía a los trabajadores terminó detenido por «reducción a condición análoga a la esclavitud y trata de personas».
Tras el operativo la Policía Federal de Carretera trasladó a los misioneros hasta un albergue mientras se resuelve su situación. Medios periodísticos de la zona en cuestión informaron que el gobierno brasileño se haría cargo del pasaje de regreso a la Argentina, en principio, del menor de 16 años.
Se supo que los trabajadores rescatados estaban en el campo rural desde hacía una semana recolectando uvas que serían vendidas a empresas de Santa Catarina y Paraná.
