Rol de víctima: ¿cómo identificarlo?

Dia uno
Dia uno

Las caras del victimismo

Creo que vale la pena comenzar con una breve diferenciación entre hacer el «rol de víctima», vivir en «papel de víctima», o «ser una víctima».

Por un lado, tenemos el rol de víctima. Este se presenta como un mecanismo de defensa frente a la sensación de peligro. Entonces aquí, la persona elige no responsabilizarse de sus acciones por no sentirse preparado para hacerle frente, y termina proyectando esos sentimientos en los demás

El papel de víctima sería algo bastante similar, con la característica que podría tratarse de algo crónico, es decir que sea el modo de operar de la persona en general en su vida. Suelen culpar de manera reiterada a los demás de lo que les ocurre a ellos mismos, y también a las circunstancias externas. De un modo inconsciente se desentienden de su responsabilidad y culpabilizan a los otros. 

Y por último tenemos el ser víctima. Acá habría que evaluar en cada caso particular la credibilidad. Yo, personalmente considero, que se es víctima hasta que se demuestre lo contrario. Se puede ser víctima de un abuso, de violencia, de un robo, de una estafa, etc. Acá es donde elijo pararme desde el lugar de creer en la víctima y luego hacer las averiguaciones correspondientes.

¿Qué significa el papel de víctima?

En diversos momentos de nuestras vidas, todos podemos sentirnos más vulnerables ante ciertas situaciones y/o ciertas personas y sentirnos víctimas de la situación, es algo completamente lícito y temporal.

Sin embargo, el victimizarse o victimismo crónico, caracteriza a las personas que se sienten víctimas de todo y de todos. Este modo de relacionarse con los otros y con el entorno, desarrolla en estas personas una visión pesimista de la vida, que a su vez puede acarrear consecuencias negativas en su día a día, convirtiéndose en personas tóxicas para sí mismas y para quienes les rodean.

La mayoría de las personas que se victimizan, lo hacen porque en algún momento lo han aprendido y entran en un loop del que no pueden salir, bien porque es como aprendieron a relacionarse, o porque obtienen algún tipo de recompensa, donde nunca es suficiente.

¿Cómo actúa una persona en este papel?

– Lamentaciones: constantemente se reafirmarán en términos absolutistas como buenos y a los demás como malos. Se quejarán de lo que les ocurre y de no poder cambiar la situación para obtener la compasión y la validación de los demás.

– Distorsión de la realidad: no ven la realidad tal cual es, no asumen su responsabilidad ante sus acciones ni sus consecuencias. Tienen una tendencia a pensar que tanto lo bueno como lo malo depende de lo que les rodea.

– Pesimismo: tendencia a exagerar lo negativo en detrimento de lo positivo, lo que les impide valorar las cosas positivas que les ocurren en su vida, quedándose en esa errónea zona confort y creyéndose incapaz de salir de ahí.

– Exigencia a los demás: no suelen pedir ayuda, creen que su queja, su lamento, su situación, es razón más que suficiente para inconscientemente exigir a los demás atención y soluciones.

– Culpabilizan: se centran tanto en lo negativo, que se vuelve algo obsesivo. Cualquier sutileza en el comportamiento del otro (que para cualquier otra persona pasaría desapercibida) para ellos es una señal de alarma, de que les van a hacer daño, de que algo va a ocurrir, de alguna injusticia de la que son víctimas.

– Tendencia a menospreciarse: es una actitud que le permite mostrar su baja autoestima y captar la atención de

los demás, usando expresiones para humillarse a sí mismo.

– Incapacidad de autocrítica: No se plantean poder hacer algo para mejorar su vida, sus emociones, su situación personal o laboral. No pueden reflexionar sobre sus actos, ni reconocer que puedan haberse equivocado, ni tampoco lo harán si son los demás los que le sugieren algo para mejorar, se sentirán atacados.

– Actitud defensiva: relacionado con lo anterior, ante cualquier posible mejora que los demás les puedan realizar se defenderá, exagerará su situación, se recreará en su malestar y atacará al otro. Permanecen muy atentos al otro para que esto no llegue a ocurrir y recordarles lo mal que están para evitar los comentarios positivos o de mejora que le puedan ayudar.

– Autoboicot: en diferentes momentos de su vida, será muy obvio una solución, una posible mejora, pero se encargarán de que eso no sea así, se reafirmarán en su papel de víctima ya sea con actos y/o creencias, y no llevarán a cabo ningún cambio.

¿Cómo ayudar a personas que se hacen las víctimas?

Recordemos que estas personas no se responsabilizan de sus estados emocionales y nunca asumen que la solución de lo que les pase está en sus manos. Entonces, evitan tomar decisiones, esperando a que otros resuelvan sus problemas; reciben más atención de quienes tienen en su entorno en forma de preocupación; consiguen aquello que esperan sin poner esfuerzo de su parte, y se sienten cuidadas y apoyadas.

Una buena manera de hacer que el otro salga de este rol, podría ser entonces, corrernos del lugar de quien resuelve, quien siempre acompaña y está ahí para ellos. Y darles la posibilidad de que se hagan cargo de ellos mismos y sus actos. 

 

 

¿Cómo cambiar el papel de víctima?

Para poder salir de esa toxicidad en la que están envueltas las personas que tienden a victimizarse deben tener un tratamiento, por supuesto personalizado y enfocado a trabajar su autoestima, a aprender a comunicarse de forma asertiva, a trabajar las creencias irracionales y a identificar, conocer y gestionar sus emociones.

Una terapia efectiva podría ser la Terapia Cognitiva Conductual, tal vez combinado con algo de psicodrama o expresión corporal. Para lograr colocar allí algo de su sentir, poder desplegar la expresión de emociones y ponerles nombre. 

Conclusión

Pienso, que tal vez, culturalmente, estemos un poco acostumbrados a instalarnos en la queja. Creo que es una posición cómoda, un tanto pasiva y más bien de resignación. Esto da lugar a inhabilitarnos y, por lo tanto, elegir a otro para que resuelva lo que nosotros “no sabemos hacer”.

Tal vez todos hayamos pasado alguna vez por este lugar. Pero creo que el verdadero problema reside cuando no logramos dar cuenta de ello, entonces no podemos salir de ahí. 

La única manera de dejar el papel/ rol de victima es comportarnos como los únicos responsables de nuestra vida. 

Con prueba y error, como todo, pero comenzando por dejar de victimizarnos y empezar a hacernos cargo de nosotros mismos. Sin emitir mas juicios sobre los otros o sobre nosotros mismos, sin culpar a nadie más. Es una decisión que podés empezar a tomar hoy. 

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