Santino, el niño misionero que lucha contra la leucemia, se reencontró con su papá en Singapur tras un mes de aislamiento luego del trasplante. La recuperación avanza favorablemente “a paso lento, pero día a día”, expresó Natalia, la madre del pequeño. Esperan que reciba el alta médica en los próximos días.
Después de un proceso médico tan complejo como esperanzador, Santino Rzesniowiecki -el niño misionero que lucha contra la leucemia en Singapur- atraviesa una etapa de recuperación favorable en el Hospital KK Women’s and Children. Su madre, Natalia, compartió detalles de su estado actual, los desafíos del tratamiento y el acompañamiento incondicional que reciben gracias a una red solidaria que sigue activa.
“Santi se encuentra muy bien, gracias a Dios. Él está en la etapa de recuperación, recuperándose favorablemente. Estamos muy próximos al alta para continuar de manera ambulatoria con él, si Dios así lo permite. Inclusive le cortaron el aislamiento, así que pudo reencontrarse con su papá después de 30 días”, afirmó.
El momento fue especialmente emotivo. “Fue la frutillita… esto también le ayuda muy bien anímicamente en el propósito”, sostuvo.
Respecto al tratamiento, la madre explicó que “el proceso del trasplante, como en todo proceso, es fuerte, difícil. Tiene días buenos y después, de un instante a otro, días complicados. Luego de recibir las células comienza la etapa más larga y crítica, donde él está más predispuesto a infecciones y sufre los efectos de la quimio. Son entre 10 y 15 días hasta que la médula empieza a generar nuevas células”.

Por fortuna, se volvió a encender la antorcha de la esperanza, ya que el proceso comenzó a dar señales positivas. “Y él empieza a generar sus defensas y ahí empieza la recuperación, que hoy por hoy se puede decir que unos días previos empezamos a ver que él empezó en su laboratorio, empezó a generar, a levantar sus valores. Entonces, se puede decir que hay una médula que está funcionando, pero, ahora es esperar, confiar que todo vaya bien”.
“Una vez que él tenga el alta va a tener controles muy seguidos porque él sale con un tratamiento, con inmunosupresores por el tema de haber recibido el trasplante, o sea, es un proceso largo, una recuperación lenta, ya le van dar el alta, si él empieza a comer solo, porque hoy él recibe nutrición a través de su catéter, a través de las venas”.
Aun con lo difícil que implica atravesar este tratamiento, Santino sigue mostrando su habitual energía. “Hoy agarró su tablet y está mirando TikTok. Le encanta jugar con pinturas, mezclar colores, hacer chanchadas. El otro día andaba con las manos negras, le dije ‘parece que venís de un taller mecánico’, así pasamos los días”, relató Natalia.

De todas formas, la progenitora reconoció que el camino es duro y hay días en los que se siente más el altibajo anímico. “Los peores días ya los superó. Fueron difíciles, tuvo muchos dolores por la quimio. Fue difícil para mí también. Nadie quiere estar en esta situación, con un hijo enfermo, luchando año tras año. Pero agradezco que Dios siempre lo sostiene y lo llena de fortaleza. A pesar de todo, él siempre está bien. Muchos me dicen que es de otro planeta”.
“Es una enfermedad que no solo afecta al paciente. La familia, las amistades, todos lo sufren. Te cambia la vida. Vivís una vida paralela a la de la gente con una rutina normal, pero siempre tratamos de mantener el foco”, agregó.
La campaña solidaria sigue activa
Consultada acerca de la situación económica de la familia, indicó que “la campaña solidaria sigue activa. Hoy por hoy estamos debiendo al hospital más de 100 mil dólares. Nos enfocamos en Santi, pero ahora que se está recuperando, volvemos a pedir ayuda. Cada visita al hospital es una factura por pagar. Él todavía tiene al menos tres meses acá”.
Además, contó que deben esperar que la médula se asiente y no haya complicaciones. “No sabemos aún si prendió la del papá o la del cordón. Un trasplante puede traer otras situaciones, que hay que controlar. Por eso necesitamos seguir contando con la ayuda de la gente”.
En cuanto al rol del papá, Érico, también donante, Natalia precisó: “Él está afuera, pero 100% a disposición. Se encarga de todo lo que necesitamos. Santi no come nada del hospital, así que el papá nos trae la comida, nos lava la ropa, está para lo que haga falta, es fundamental”.
Por último, recordó que se puede colaborar mediante la cuenta a nombre de Érico en Banco Nación, con el alias amorporsantino.arg. “La ayuda económica y también las oraciones siguen siendo necesarias. Lo médico ya se hizo, ahora hay que sostener a Santi en esta nueva etapa”.
