Fernanda Fidelina Vázquez (21), la misionera que iba a ser juzgada en Brasil por el crimen de su hijo Alexander (3) -que vivía en Eldorado- se fugó de la cárcel en la que se encontraba detenida y se tramita un pedido de captura internacional en su contra.
La muerte de Martín Alexander Figueredo fue reportada en abril del año pasado mientras vivía junto a su madre y a su padrastro Pablo P. en la localidad brasileña de Bom Jesús, a unos 20 kilómetros apróximadamente de la frontera con Bernardo de Irigoyen.
La autopsia practicada en el marco de la investigación del caso estableció que la muerte del niño se debió a una grave hemorragia producida como consecuencia de una secuencia de golpes sufridos. El estudio también concluyó que las lesiones eran de reciente y de vieja data.
Ante la contundencia de estos elementos, Vázquez y su pareja fueron detenidos. En esa instancia permanecían y en diciembre iban a ser juzgados. La legislación brasileña establece que el delito que le acusan a la pareja prevé penas de hasta 40 años de prisión.
Sin embargo, el 16 de octubre se constató que la misionera se fugó de la prisión en la que se encontraba detenida en la localidad brasileña de Santo Antonio.
De acuerdo a las fuentes consultadas, la mujer escapó junto a otras dos personas de nacionalidad brasileña y hasta el momento nada más se supo de ella.
Ante la fuerte sospecha de que Vázquez pudiera escapar rumbo a la Argentina, las autoridades brasileñas ya alertaron de lo sucedido a sus pares en las localidades misioneras ubicadas en zonas de frontera, principalmente a la Unidad Regional XII de Bernardo de Irigoyen.
En paralelo, la Justicia brasileña ya gestionaba la emisión de un pedido de captura internacional para la mujer.