¿Sentís angustia? Algunas recomendaciones que podrían ayudarte

Dia uno
Dia uno

Hablemos de algo que nos ocurre absolutamente a todos, un sentimiento de opresión, sentir que por momentos cuesta un poco respirar, que un nudo muy fuerte y duro nos atraviesa la garganta, el pecho o el estómago. ¿Alguna idea de que podría ser? Si, es ANGUSTIA. 

Todos hemos sentido, en distintos momentos de nuestra vida, sentimientos de angustia, ante una situación dolorosa, ante estímulos estresantes, frente a alguna amenaza real, ante algo que nos impone desafíos y no sabemos cómo hacerle frente…

En general la angustia se basa en preocupaciones presentes o acerca del futuro inmediato y desaparece al resolverse las mismas. Suele estar presente sobre todo cuando enfrentamos pérdidas o duelos. 

Es importante saber que es una emoción básica del ser humano y que la atravesamos absolutamente todos, en algún momento. 

Angustia, pena, desdicha, nostalgia, amargura y desconsuelo, entre otras tantas, son palabras que habitualmente utilizamos para referirnos a la tristeza. Una emoción difícil que, aunque a veces pueda resultarnos compleja de entender, también es importante y necesaria. 

IDENTIFICARLA

Tenemos que ser capaces de entender y tomar consciencia sobre nuestro propio estado y síntomas, es decir, poder parar, analizar y preguntarnos si lo que estoy sintiendo es por algo objetivo o totalmente desproporcionado.

Yo siempre indico a mis pacientes que antes de preguntarle a un otro como lo ven, sean capaces de preguntárselo a ellos mismos. Algunas de las preguntas son:

  • ¿Cómo estoy hoy? ¿Estoy mejor que ayer?
  • ¿Qué es lo que siento hoy?
  • ¿Cómo está mi cuerpo? ¿Y mi mente?

Creo importantísimo ir descubriendo y conectando con nosotros mismos para sintonizar con nuestras emociones. Esto en términos de Mindfulness se llama Regulación Emocional. Si fuésemos capaces de hacernos estas simples preguntas todas las mañanas, les aseguro que nos ahorraríamos un montón de malestar a lo largo del día. 

Hay un proverbio chino que dice así “No puedo evitar que las aves de la tristeza vuelen sobre mi cabeza, pero sí que no aniden en mis cabellos”. Hay situaciones sobre las que claramente no tenemos control, tampoco podemos elegir cuándo estar angustiados o no. Pero si creo que podemos tomar consciencia sobre ese estado e identificar de dónde vino y que puedo hacer en mi día a día para mejorar y seguir cultivando el bienestar. 

Trazar un mapa emocional y ponerle nombre a lo que sentimos nos permitirá sintonizar mejor con nosotros mismos. La regulación emocional comienza con la identificación de lo que estamos sintiendo y Mindfulness (link a nota) nos proporciona una posibilidad ideal para que ello ocurra. 

Les propongo recordar algún momento de sus vidas en el cual hayan estado atravesados por mucha angustia. Seguramente se recuerden experimentando una disminución de la energía y del entusiasmo por las actividades cotidianas. También tal vez recuerden cansancio físico o mental, cosa que es super normal al experimentar dicha emoción. Incluso a veces el tono de voz puede ser más bajo, disminuyendo el volumen y la velocidad del habla. De la misma forma, algunos gestos faciales pueden ser típicos de la tristeza/angustia, tal como los describe Paul Ekman, psicólogo pionero en el estudio de las emociones y su 

expresión: párpados superiores caídos, mirada perdida y los extremos de los labios caídos ligeramente. Las lágrimas, pueden informarnos sobre lo que estamos sintiendo; es una expresión muy común de la angustia, que incluso puede ayudar a comunicar a los otros el estado por el que estamos atravesados. 

LA IMPORTANCIA DE SINTONIZAR CON LA ANGUSTIA

La importancia de sintonizar con dicha emoción radica en el hecho de que nos impulsa a superar las pérdidas y decepciones, contribuyendo en la aceptación de lo acontecido, y permitiéndonos integrar esta nueva situación que nos toca afrontar a nuestras vidas. Si no tomáramos consciencia de lo que estamos viviendo, jamás podríamos elaborar ninguna problemática o situación dolorosa. 

La angustia nos lleva a estados de introspección, mediante los cuales podemos procesar pérdidas, con el objeto de adaptarnos y avanzar a nuevos comienzos. La angustia es una forma natural, necesaria y saludable de despedirnos y decir adiós a situaciones o personas. Tal como recita la canción el músico Cerati “poder decir adiós es crecer” (¿link a canción?).

¡Que importante es convivir con todas las emociones!

¿Vieron la película Intensamente? Trata sobre el funcionamiento de las emociones en una niña de 11 años afectada por la decisión familiar de mudarse lejos de su antigua casa. Hay un personaje que se llama “Tristeza” y que cumple un rol fundamental en la trama y el desenlace de la historia, dado que sin ella y su accionar no era posible para la protagonista seguir adelante con su vida y adaptarse a los cambios que había atravesado su familia. 

¿PERO QUÉ OCURRE CUANDO ESTA ANGUSTIA PERSISTE Y PERSISTE? 

DIFERENCIAR ANGUSTIA DE DEPRESIÓN 

La diferencia entre angustia y depresión está dada por la intensidad, duración y el nivel de interferencia que produce en nuestro día a día, en nuestras cosas cotidianas. Por ejemplo, no es lo mismo no tener ganas UN DIA de levantarme de la cama porque estoy cansado, un poco estresado o angustiado por X situación, a no tener ganas de levantarme de la cama por UNA SEMANA

El problema ocurre cuando nuestro cerebro puede darnos una señal de tristeza/angustia en ausencia de un evento que lo justifique. Estar triste sin causa y en paralelo tener ciertos síntomas tiene que necesariamente hacernos de alarma para entonces sí salir a buscar ayuda. Algunos síntomas que pueden presentarse en un caso que requiera ayuda son los siguientes: Estado de ánimo decaído, tristeza o sensación de vacío la mayor parte del tiempo y en forma persistente, pérdida de interés en las actividades habituales y en la capacidad de experimentar placer, insomnio, o por el contrario, mucho deseo de dormir, agitación o enlentecimiento motor, fatiga, pérdida de energía, falta o exceso de apetito, disminución del interés social y sexual, sentimientos inadecuados de culpa, inutilidad o preocupaciones económicas excesivas, pensamientos sobre la muerte, fallas de memoria y dificultades para pensar y concentrarse.

Entonces, es importante ver a la emoción Angustia también como una aliada, que por momentos nos ayuda estar ahí sumergidos, para una vez atravesado dicho proceso podamos salir airosos a la vida en busca de superación nuevamente. A veces es necesario atravesar emociones incómodas y dolorosas para apreciar el verdadero valor de aquellos pequeños momentos de alegría y felicidad. 

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