Ayer sepultaron en el cementerio de Puerto Esperanza, los restos de quien sería Ariel Peña (32 años), cuyo cuerpo calcinado junto a una camioneta fue hallado días atrás en una zona rural del municipio de Wanda.
Cuando aún resta la confirmación oficial sobre la identificación del cadáver –a través de los estudios de ADN- familiares y allegados a la víctima le dieron su último a dios, ayer después del mediodía.
Es que una pulsera como la que usaba Peña, encontrada junto a los restos óseos dieron la certeza, además de la camioneta de su propiedad, de que el fallecido se trataría de Ariel Peña.
Como dato complementario en la investigación trascendió el resultado preliminar de la autopsia al occiso que indica que la víctima recibió tres disparos compatibles con arma de fuego calibre 38 milímetros en la cabeza.
Hallaron restos óseos junto a una camioneta totalmente calcinada
La Chevrolet S10 perteneciente a Ariel Peña, quien se hallaba desaparecido desde el pasado 29 de diciembre, fue encontrada junto a huesos humanos totalmente calcinados, en Wanda.
La Policía halló el rodado calcinado en un monte lindante a un pinar, cerca del kilómetro 13 de la Ruta Provincial 19. Así también, cerca del mismo se hallaron restos óseos humanos, por lo que la Policía Científica realizó las tareas de rigor pertinentes a fines de identificar a la persona.
Las autoridades judiciales de Puerto Iguazú solicitaron entre otras medidas de pruebas, el cotejo del ADN con los restos óseos hallados.
En tanto, la autopsia a los restos óseos determinó que el fallecido recibió tres balazos en la cabeza, por lo que continúan las averiguaciones para esclarecer el hecho, que podría tratarse de un ajuste de cuentas con tintes mafiosos.