Lirio López, estudiante oriundo de Montecarlo, relató la secuencia de la tragedia que se desató sobre el puente del arroyo Yazá, donde fallecieron nueve personas, entre ellas, una compañera de la carrera.
Lirio López, oriundo de Montecarlo y estudiante en Oberá, rememoró los instantes previos al vuelco fatal del colectivo en el puente sobre el arroyo Yazá, en Campo Viera un hecho que conmocionó a la provincia. El joven viajaba en la sexta fila delantera del lado derecho cuando, pasadas las 4 de la mañana, el viaje se interrumpió abruptamente tras una maniobra desesperada.
En diálogo con Canal 5 de Montecarlo, López el momento exacto del impacto y la pérdida de control de la unidad, un evento que definió como una “sensación bastante desagradable” y muy rápida. “Vi una luz de frente que fue de golpe, el chofer del colectivo lo vio, pero fue tarde e hizo una maniobra donde el colectivo perdió la estabilidad y llegó a volcar sobre el puente del arroyo del Yazá. Llegó a despistar y volcó nuevamente, o sea, dio un giro más y cayó sobre el arroyo.”
El estudiante aseguró que se mantuvo consciente en todo momento, a pesar de la violencia de los golpes que le provocaron lesiones en el hombro, la cadera y el tobillo, aunque sin fracturas graves. Su prioridad inmediata, tras el caos, fue el contacto con su familia. “Me di cuenta que mi celular estaba en mi mano y bueno, lo guardé, me pude acomodar en un lugar un poco más seguro y para comunicarme con mis padres para que pudieran ir a buscarme.”
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El panorama al que se enfrentó dentro de la unidad fue desolador. El joven relató el caos, la desesperación y la magnitud de la tragedia que lo rodeaba, con heridos de gravedad. “Vi mucha gente gritando, muchos heridos, gente con sus extremidades rotas y algunos fallecidos” Además, confirmó que una persona muy cercana fue víctima fatal: “Delante mío había una persona que ya estaba inconsciente, digamos, sin vida. Una compañera de la carrera que estoy estudiando que lamentablemente falleció.”
López debió esperar una hora y veinte minutos para recibir asistencia profesional. El joven contó que, a pesar de la gravedad del siniestro, logró mantenerse sereno, intentó ayudar a otra pasajera herida hasta que llegaron los rescatistas y le brindaron los primeros auxilios. “Tuvieron que ayudarme, gracias a los bomberos y a la policía que me dieron una mano para poder salir y bueno, me llevaron hasta la ambulancia.”
Finalmente, López afirmó que la causa detrás del siniestro amplificó su conmoción y dolor. “Después me enteré de que el chofer del vehículo con el que colisionó estaba en estado de ebriedad y, bueno, por culpa de eso justamente, pasó lo que pasó.”