Ucrania dijo este miércoles que Rusia convirtió en un «infierno» una ciudad del este que controla casi totalmente luego de semanas de ataques y que seguía bombardeando «masivamente» una localidad vecina que intenta controlar.
Tras un largo asedio y semanas de ataques de artillería, las fuerzas rusas controlan toda Sveredonetsk menos un área industrial en sus afueras, e intentan tomar la vecina Lisichansk, en el marco de su ofensiva para conquistar la región conocida como Donbass.
«Durante cuatro meses todas nuestras posiciones estuvieron bajo el fuego total -y quiero hacer énfasis en esto- de todas las armas que tiene el ejército ruso», dijo Sergii Gaidai, el gobernador de la provincia de Lugansk, donde quedan las dos ciudades.
«Allí es un infierno», dijo en referencia a Severodonetsk, que estuvo desde hace semanas bajo intensos bombardeos que ahora se centran en una planta química donde resisten los últimos combatientes y donde se refugian cientos de civiles.
La situación recuerda a la vivida en la sureña ciudad de Mariupol, en la provincia de Donetsk, la otra que forma el Donbass, donde los últimos combatientes ucranianos se rindieron el mes pasado tras refugiarse semanas con civiles en una planta siderúrgica.
El gobernador Gaidai afirmó que el Ejército ucraniano mantiene sus posiciones y que «va a resistir lo que sea necesario», informó la agencia de noticias AFP.
En los últimos días las tropas rusas han avanzado por el sur de Severodonetsk y se acercaron a la localidad gemela de Lisichansk, al otro lado del río Donets.
Gaidai dijo que las fuerzas de Moscú intentan «rodear» Lisichansk.
«Lysychansk está siendo intensamente bombardeada con armas de grueso calibre», agregó señalando que la ciudad sufrió una «destrucción colosal».
El gobernador afirmó que todavía estaban evacuando Lisichansk, pero que en Severodonetsk los cientos de civiles que buscaron refugio en la planta química de Azot no pueden abandonar el lugar debido a los combates.
«Una evacuación es posible si hay un acuerdo al más alto nivel, si hay un cese el fuego y una ruta claramente demarcada», dijo Gaidai.
Este miércoles, Gaidai dijo que las tropas rusas «bombardean masivamente» y «destruyen todo» en Lisichansk.
«El ejército ruso bombardea masivamente Lisichansk con cañones, misiles, bombas aéreas, lanzamisiles… Destruyen todo», denunció.
En Lisichansk, un ataque ruso dejó un enorme boquete en la comisaría de policía y dañó un bloque de apartamentos cercano, según periodistas de AFP en el lugar. Las autoridades reportaron que 20 agentes resultaron heridos.
«Las paredes cedieron y las puertas saltaron por los aires», dijo un policía que se identificó como Petrovich.
Desde el comienzo del conflicto el 24 de febrero, Ucrania ha contado con el apoyo y con armas de Estados Unidos y la Unión Europea, cuyo Ejecutivo ya dio su opinión favorable a otorgarle el estatus de candidato a la adhesión en una cumbre que empieza mañana.
Los cancilleres de los 27 países de la UE se reunieron el martes en Luxemburgo y expresaron «consenso total» respecto a otorgar este estatus a Ucrania y Moldavia.