El intendente de la localidad entrerriana de Bovril, Fabián Valenzuela, fue el protagonista de una insólita situación cuando el domingo, con motivo de Pascuas, decidió romper la cuarentena y recorrió las calles del lugar a bordo de su camioneta. Pero no solo eso, sino que incluyó en el vehículo una parrillada con guitarreada incluida. Su accionar recorrió las redes sociales y le valió una denuncia.
El jefe comunal, junto con otros dos funcionarios, estuvieron a bordo de lo que llamó el “chanchomóvil”, dado que encima del rodado asaron un lechón que repartieron entre vecinos premiados por una supuesta rifa. Bovril es una localidad rural ubicada en el noroeste de Entre Ríos y tiene 9 mil habitantes.
«Este domingo de Pascuas ¡quedate en tú casa! yo voy a la tuya», había anunciado el funcionario en redes sociales, en pleno aislamiento social, preventivo y obligatorio por el coronavirus, que ya provocó la muerte de más de 100 personas en la Argentina.
Sin guantes ni barbijos, y llevándose la mano a la cara, el intendente agradeció en un video «el enorme trabajo de este equipo en este gesto simbólico de sortear a través de Facebook este lechón». Según el propio comunicado municipal, Kuhn fue el encargado de «interpretar diversas melodías» a los vecinos en un acordeón «por el sólo hecho de cumplir» con la cuarentena obligatoria.
Junto a Valenzuela estuvieron su vice José Gillig, y el concejal Raúl Kuhn. A raíz de la repercusión que tuvo el episodio, la ministra de Gobierno de Entre Ríos, Rosario Romero, aseguró que la Policía provincial «hará la advertencia correspondiente» ya que «no se pueden hacer» este tipo de actividades.
Final del recorrido. El «Chancho-Móvil» finalizó en la casa de una vecina llamada Verónica Larra, quien ganó el sorteo. El premio fue entregado por el intendente, que, para posar en la foto, se colocó guantes de látex y barbijo.
Su defensa. Tras la polémica que se generó, Valenzuela explicó en diálogo con TN: «En nuestra población seguimos todas las medidas de prevención dictadas por el Gobierno. Me considero un soldado de la trinchera del Presidente y por eso creemos que se debe lograr el aislamiento social».
«Esto surgió desde una radio donde sorteamos distintas cosas y para Pascua establecimos los controles para que la gente no salga de su casa, y se nos ocurrió regalarles el almuerzo y lo hicimos en uno de los patrullajes diarios. No tuvimos contacto con los vecinos, pero es cierto que desde el punto de vista del protocolo se puede ver un exceso», agregó.
«Hubo otros días que le regalamos caramelos a los chicos y les dejamos pochoclos en las casa. Puede haber habido excesos pero en esta comunidad tratamos de llevar adelante esta situación», concluyó el mandatario.
Fuente: Perfil