Hay viajes que avanzan como si la provincia misma guiara el paso. Misiones tiene ese don: uno va de un pueblo a otro y el paisaje cambia, pero la esencia permanece. Cada encuentro ofrece una puerta distinta hacia lo nuestro. Y cuando pensás que ya habías visto suficiente, la semana abre todavía más senderos.
Cada pueblo una página, cada fiesta un relato propio, cada encuentro un recordatorio de que viajar no siempre es “llegar”, sino detenerse y sentir.