La última versión para el cine de la leyenda de Robin Hood, tuvo como principal protagonista al actor neozelandés Rusell Crowe (año 2010). Creo que todos conocemos la historia del famoso héroe, su ayuda a los más necesitados y su lucha contra los poderosos. Lo que me llamó la atención fue una frase de Robin Hood cuando justifica lo que está haciendo: “En la tiranía yace solo el fracaso”.
Siempre que hablamos de tiranía, inmediatamente pensamos en otras personas. No nos gusta que a nosotros nos califiquen como un tirano… sin embargo, cada uno de nosotros lo somos cuando queremos tener siempre la razón, y cuando le hacemos daño a otras personas, simplemente porque creemos que “se lo merecen”.
Esa tiranía tiene mucho que ver con no hacerle caso a nuestra conciencia. Hay personas que toman decisiones y no quieren cambiarlas, pase lo que pase y caiga quién caiga. Saben que no son decisiones correctas y que harán sufrir a otros, pero no les importa. La Biblia dice que nuestra conciencia siempre nos enseña lo que está mal, pero con el tiempo, nosotros podemos hacerla callar de tal manera, que llegamos a perder por completo el sentido del bien y el mal (1 Timoteo 4:12).
Si queremos vivir siendo tiranos y no tomamos decisiones justas vamos a fracasar. Tenemos que aprender que nuestra conciencia es nuestra amiga, porque sabemos que normalmente, va a guiarnos a lo que es correcto ¡Por eso nos sentimos bien cuando lo hacemos! La alegría de haber hecho el bien es algo maravilloso, porque va más allá de las consecuencias de lo que hacemos ¡Tiene que ver con la verdad y la justicia, y eso es más importante que lo que podamos conseguir con nuestros actos!
Incluso no debe preocuparnos que otros quieran engañarnos; Dios nos asegura que nos cuida siempre: “Te harán la guerra pero no te vencerán porque Yo estaré contigo para protegerte. Yo, el Señor, doy mi palabra” (Jeremías 1:19). Dios nos protege de muchas maneras de lo que podemos imaginar. Cuando vivimos como sus hijos, reflejando su carácter en todo momento por el poder de su Espíritu, sabemos que nuestros fracasos no son definitivos. Digan lo que digan los demás. Que tengas una buena jornada y nos leemos en la próxima.
Lic. Miguel Hundt
Pastor Iglesia Bautista del Centro
Pte Consejo Pastoral Eldorado
Psicólogo Social