El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, afirmó hoy que recibió de su homólogo ruso, Vladimir Putin, la garantía de que protegerá la seguridad del país, mientras miles de manifestantes volvieron a salir a la calles por séptimo día consecutivo para protestar contra los polémicos resultados de las elecciones presidenciales del pasado domingo, de las que salió vencedor el gobernante.
«Acordamos que, de solicitarlo, (Rusia) brindará ayuda para garantizar la seguridad de la República de Bielorrusia», señaló Lukashenko en declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias bielorrusa BelTA.
Moscú, por su parte, comunicó que las partes «se mostraron seguras de que habrá un pronto arreglo de todos los problemas» en Bielorrusia, inmerso en protestas luego de que la Comisión Electoral declarara la victoria de Lukashenko con más del 80% de los votos y oficializara su sexto mandato consecutivo.
«Lo importante es que estos problemas no sean aprovechados por las fuerzas destructivas que intentan dañar la cooperación mutuamente beneficiosa entre los dos países en el marco de la Unión Estatal», agregó el Kremlin en un comunicado, citado por la agencia de noticias EFE.
Mientras el mandatario bielorruso hablaba con Putin, miles de ciudadanos se congregaban en la plaza Pushkin de Minsk para honrar la memoria de Alexandr Taraikovski, el primer manifestante muerto en las marchas, que fueron en un principio duramente reprimidas por las fuerzas de seguridad.
Si bien el Ministerio del Interior bielorruso informó en un principio de que Taraikovski murió tras la explosión de un artefacto que se disponía a lanzar contra los efectivos antidisturbios, la autopsia reveló más tarde que falleció a causa de una herida en el pecho.
Actos y manifestaciones de solidaridad tuvieron lugar en numerosas ciudades y localidades bielorrusas, sin que se haya informado de cargas policiales en la séptima jornada de protestas, en las que de momento hubo dos muertos, casi 300 heridos y cerca de 7.000 detenidos.
Los ciudadanos puestos en libertad denunciaron haber sido sometidos a torturas y golpizas en los centros de detención, reportó la agencia de noticias Europa Press.
Pese a la brutalidad de la represión policial, los bielorrusos parecen determinados a continuar con las manifestaciones, que mañana tendrán como eje central una gran marcha en la capital.
La Iglesia católica de Bielorrusia se sumó hoy a los llamamientos a Lukashenko para poner fin a la violencia, liberar a todos los arrestados y entablar un diálogo con la sociedad.
En tanto, la campaña de la candidata presidencial de la oposición unificada, Svetlana Tijanóvskaya, actualmente refugiada en Lituania, anunció hoy que inició el proceso de articulación de un consejo coordinador para el traspaso del poder.
«Se trata de un grupo de trabajo que será integrado por personas altamente respetadas por la sociedad y que tendrá como tarea elaborar mecanismos seguros para garantizar el traspaso del poder», expresó el equipo de campaña de Tijanóvskaya.
La abanderada de la oposición, que según sus compañeros fue obligada a abandonar el país bajo amenazas del Comité de Seguridad del Estado (KGB) de Bielorrusia, se declaró ganadora de los comicios y se comprometió a celebrar elecciones libres en un plazo de seis meses.
Fuente: Telam