Las leishmaniasis son un grupo de enfermedades zoonóticas, causadas por diferentes parásitos que pertenecen a la familia Tripanosomatidae del género Leishmania, transmitidas al ser humano por la picadura de distintas especies de insectos flebótomos. La enfermedad puede manifestarse en tres formas principales: o Leishmaniasis cutánea: es la forma más frecuente y produce, en las zonas expuestas del cuerpo, lesiones cutáneas, sobre todo ulcerosas. Aproximadamente el 95% de los casos se producen en las Américas, la cuenca del Mediterráneo, Oriente Medio y Asia Central.
o Leishmaniasis mucocutánea: la cual produce lesiones a nivel de las membranas mucosas, las cuales conducen a la destrucción parcial o completa de las mucosas de la nariz, la boca y la garganta.
o Leishmaniasis visceral: es la forma más grave de la enfermedad y se caracteriza por episodios irregulares de fiebre, pérdida de peso, hepatoesplenomegalia y anemia.
La LVH es causada por la especie Leishmania infantum (sinonimia chagasi). La principal especie de flebótomo incriminada en su transmisión es Lutzomyia longipalpis y el reservorio en ambiente urbano es el perro. El agente etiológico es un parásito protozoo perteneciente a la familia Trypanosomatidae, especie Leishmania infantum, el cual es transmitido por la picadura de la hembra de diferentes especies de flebótomos, que deben estar previamente infectados con dicho parásito. También la transmisión puede darse entre madre e hijo en forma vertical. En los perros está comprobada la transmisión vertical y horizontal y transfusional.
LEISHMANIASIS VISCERAL HUMANA (LVH)

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