El Barcelona venció 4-3 al Real Madrid en un nuevo capítulo del clásico español, disputado en el Estadio Olímpico Lluís Companys por la fecha 35 de LaLiga, y quedó a una victoria de consagrarse campeón.
Con goles de Eric García, Lamine Yamal y un doblete de Raphinha, el conjunto catalán revirtió un comienzo adverso y se impuso en un duelo cargado de emociones. Kylian Mbappé convirtió los tres tantos del Merengue, que no pudo sostener la ventaja inicial y comprometió sus aspiraciones.
Desde el inicio, el encuentro fue un torbellino. Apenas al minuto de juego, un error de Pau Cubarsí terminó en penal para el Madrid, luego de una barrida del arquero Szczęsny sobre Mbappé. El francés lo cambió por gol y, diez minutos más tarde, estiró la diferencia tras un pase de Vinicius. Pese a los reclamos blaugranas por una supuesta infracción previa a Lamine Yamal, el tanto fue convalidado.
La respuesta culé no tardó. A los 19, Eric García descontó de cabeza tras un córner y encendió la reacción local. El joven Lamine Yamal, con apenas 17 años, igualó el marcador con una definición sutil y, en una ráfaga, Raphinha anotó el 3-2 luego de una recuperación de Pedri. Sobre el cierre del primer tiempo, el brasileño volvió a marcar tras una pared con Ferran Torres, quien sumó su tercera asistencia.
En el complemento, el Real Madrid achicó la diferencia a través de Mbappé, que completó su hat-trick tras una asistencia de Vinicius. El Barça pudo aumentar desde los doce pasos, pero el árbitro desestimó una mano de Tchouamení dentro del área, pese al llamado del VAR. Ya en tiempo cumplido, Fermín López convirtió el quinto para los locales, aunque el tanto fue anulado por una mano en la jugada previa.
El partido dejó múltiples polémicas arbitrales, pero también una nueva demostración de poder ofensivo del Barcelona, que ganó los cuatro clásicos disputados esta temporada: en la primera vuelta de LaLiga, y en las finales de Supercopa y Copa del Rey. Con este resultado, los de Xavi Hernández lideran la tabla y podrían coronarse en la próxima jornada frente al Espanyol. Si el Real Madrid no gana ante el Mallorca, el título quedará automáticamente en manos del conjunto catalán.