El Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, decretado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, se celebra este domingo 2 de abril con el objetivo de contribuir a la mejora de la calidad de vida e inclusión de la población que vive con esta condición.
Alrededor de 78 millones de personas tienen autismo a nivel global, mientras que en Argentina se estima que hay más de 500.000 personas con esta condición. Durante los últimos años, a raíz de que se ha tomado mayor conocimiento sobre el tema, ha incrementado el número de personas que reciben su diagnóstico.
La neuróloga infantil Julia Boccoli explicó que “el autismo no es una enfermedad” sino “una condición que acompaña para toda la vida a las personas”.
Al hablar de condición, se refiere a “un conjunto de características que abarca tres esferas en el desarrollo de un niño”. Esas tres esferas son: la del lenguaje y la comunicación, la de la interacción social, y la de la alteración del juego y la simbolización.
Esferas afectadas en personas con autismo
La primera esfera, la de “la palabra hablada”, implica que “hay un tercio de las personas con autismo que no logran desarrollar el lenguaje”. Otro porcentaje, señaló Boccoli, consigue hablar pero “tiene dificultades en el uso social del lenguaje, para iniciar y mantener una conversación”.
La interacción social en niños y niñas con autismo no es la habitual. Algunos signos comunes son que no sostienen la mirada, no responden cuando se los llama por su nombre y tampoco desarrollan lo que se conoce como atención conjunta, una capacidad que empieza a manifestarse alrededor de los 10 meses y por la cual los niños comienzan a mostrarle a otras personas aquello que les llama la atención y los divierte.
Estos comportamientos propios de la interacción social, a los que se suma también el juego en solitario, pueden funcionar como signos tempranos para la identificación de un posible caso de autismo en niños de entre 1 y 2 años, explicó Boccoli.
La tercera y última esfera es la de la alteración del juego y la simbolización, por la que “los niños y niñas con autismo presentan dificultades para la imaginación, para desarrollar lo que se llama juego simbólico”, que es cuando, por ejemplo, simulan ser médicos o cocineros.
Esto, a su vez, está acompañado de comportamientos repetitivos. “Alinean los juguetes o los apilan, y también pueden tener gestos corporales como lo que llamamos “aleteo” cuando se ponen contentos”, agregó la neuróloga infantil.
Los niños y niñas con autismo, además, tienen capacidad para memorizar letras y números, pero no saben cómo hacer esos aprendizajes “funcionales en su vida cotidiana”.
La importancia del diagnóstico temprano
El componente genético representa una de las principales raíces de los trastornos del espectro autista, aunque no hay un estudio específico para detectar la condición. “El problema del autismo es que hay una diversidad inmensa” de casos, lo que lleva a que haya características “muy diferentes” entre una persona y otra.
La “detección precoz y la intervención temprana”, remarcó Boccoli, es lo más importante porque “cambia el pronóstico y futuro de un niño o niña con autismo”.
¿Qué representa el simbólico color azul?
El color azul se transformó en un símbolo del autismo. Azul como el mar, muchas veces calmo, pero en ocasiones turbulento, como ocurre con quienes presentan esta condición.
Actividades en Posadas
Este domingo se realiza “Misiones corre por el Autismo”. Entre los organizadores, Patricia Zarza explicó al diario Primera Edición que “estamos organizando la segunda edición, donde superamos ampliamente la convocatoria del año pasado; porque tenemos más de 800 inscriptos entre mayores y también niños”. Resaltó que, una actividad como esta, “es una excusa perfecta para que las personas sin discapacidad puedan convivir con personas discapacitadas, tal como es el autismo”.
Entre las familias de Posadas, detalló que la largada “es desde el Balneario El Brete a las 15 horas”. En Misiones corre por el autismo “hay dos categorías: una de 500 metros, hasta la avenida Roca; y otra de 5 kilómetros hasta Pedernera y de regreso”. No obstante, no solo es para actividad física ya que en el punto de encuentro “tendremos peloteros, realidad virtual, además de fruta y agua”.
Aclaró que “no es competitivo, sino participativo. Invitamos a una convivencia y una participación social”. En esta convocatoria “lo más importante es que mucha gente sin discapacidad va a ir. Esto sirve como excusa para encontrarnos y normalizar comportamientos”, añadió.
Como se trata de una actividad adaptada al autismo, “no habrá parlantes, globos y micrófonos por la hipersensibilidad que presentan algunas personas dentro del espectro”, explicó Patricia Zarza.