Echan al jefe de policía de Lousiville tras la muerte de un manifestante por represión

Dia uno
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El alcalde de Louisville, Greg Fischer, despidió hoy al jefe de la Policía de esa ciudad, luego que un manifestante muriera a causa de la represión policial que intentó dispersar anoche una protesta por la muerte de un hombre negro en Minnesota.

David McAtee, de 53 años, murió hoy tras recibir anoche impactos de bala de la policía de Louisville, mientras participaba en esa ciudad de la manifestación en contra del racismo y el asesinato de George Floyd, un afroamericano que el 25 de mayo murió a manos del agente blanco Derek Chauvin cuando lo detenía.

El domingo fue la cuarta noche consecutiva de protestas en toda la ciudad que se extendió hasta las primeras horas de esta mañana, cuando los oficiales de la Policía de Louisville y la Guardia Nacional fueron llamados para dispersar a la multitud en las cercanías de un restaurante.

Los agentes dispararon y mataron a McAtee, dueño de un restaurante.

Según la Policía, los agentes habían respondido a un ataque con armas justo después de la medianoche mientras intentaban despejar a la multitud en un estacionamiento, informó la filial de la CBS, WLKY-TV.

Sin embargo, la estación radial informó que testigos aseguraron que las personas en el lugar no estaban protestando y simplemente ignoraban el toque de queda impuesto en la ciudad.

Al menos 40 personas fueron arrestadas en manifestaciones producidas anoche en la ciudad, informó CBS News.

Más tarde, al anunciar la salida del jefe de Policía de la ciudad, el alcalde Fischer sostuvo que no existe ningún registro de que haya habido un tiroteo porque el oficial que disparó no llevaba su cámara corporal.

Por eso, aseguró, decidió despedir al jefe de la Policía.

«Esa falta de fracaso institucional no será tolerada», dijo Fischer.

Asimismo, los oficiales involucrados en la muerte de McAtee fueron identificados como Katie Crews y Austin Allen y, según el protocolo del departamento, ambos fueron suspendidos, mientras se los investiga.

Louisville era la ciudad de Breonna Taylor, una mujer de 26 años asesinada a tiros por la policía en marzo pasado.

En este caso, los policías tampoco tenían encima sus cámaras corporales.

El crimen de Taylor provocó una ola protestas y una revisión de cómo la policía de Louisville utiliza órdenes de allanamiento que permiten a los oficiales entrar a una casa sin anunciar su presencia, a menudo en casos de drogas para evitar que los sospechosos se deshagan de las drogas.

Las protestas por Taylor se multiplicaron la semana pasada tras el asesinato de George Floyd en Minneapolis.

Fuente: Télam

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