Para muestra basta un botón
Según algunos, el dicho “Para muestra basta un botón” se origina en una anécdota del mariscal prusiano Paul Von Hinderburg, antecesor (y opositor) de Hitler. Cuentan que durante una revisión de tropa, el militar dijo (en alemán, por supuesto): “Me basta echar en falta el botón de una chaqueta para saber cómo es un soldado”…
El mariscal pensaba que se podía juzgar a alguien a partir de un botón ausente; “Aquellos que se olvidan de lo pequeño, se olvidarán de lo grande también”… ¡La famosa “coquetería castrense”, que le dicen!…
Otros, en cambio, afirman que el refrán proviene de los sastres. Debido al tiempo que ellos pasan trabajando cada prenda, sus ojos están siempre atentos al detalle, saben identificar una prenda en la que han trabajado ¡solo viendo un botón de ella!… ¡Y sí, es así, se establece un contacto íntimo entre ambos! Los sastres trabajan de manera tan precisa que uno no podría encontrar diferencia entre la prenda hecha por un sastre, por tanto, “si has visto uno, has visto todos”…
En cuanto al significado del refrán, tampoco hay unanimidad… ¡Será posible! Unos interpretan que la frase denota que no resulta necesario mostrarlo o enseñarlo todo, ya que de un ejemplo, de una muestra, se puede deducir fácilmente todo lo que queda por descubrir…
Otros, no tan opuestos pero más exhaustivos, aseguran que el significado del refrán es este: con solo tratar una vez a una persona, ya sabremos en realidad cómo es. Y agregan: “Para muestra basta un botón se refiere a que a una persona se la conoce por las acciones que hizo antes”…
Civiles o militares, prendidos o desprendidos, todos los botones viven en pareja con su ojal, hay que decirlo todo. Para muestra de que esto es así basta ver cualquier par de ellos…