La Asociación Protectores de la Isla del Medio (Apim) cumplirá mañana siete años preservando y recuperando el islote ubicado a cinco kilómetros de la costa de Posadas y que cada fin de semana es visitado por cientos de personas.
Para celebrar este aniversario, ‘los amigos de la isla’, como se los conoce a los integrantes de la asociación, están terminando de descargar el barco de arena número 250 desde que comenzaron con la alocada idea de recuperar este terruño en medio del Paraná.
Según los datos de la asociación, se colocaron 33 mil metros cuadrados de arena en estos años, logrando así ampliar la zona para que desembarquen las lanchas en unos 100 metros.
Este lugar era una de las grandes islas que tenía el río Paraná frente a Posadas. Pero en el 2005, cuando la cota del embalse de la represa de Yacyretá empezó a subir, gran parte de su terreno quedó bajo agua y sólo sobrevivió la parte más alta del islote. Era una lugar con gran cantidad de fauna y flora que se perdió bajo las aguas tras la creciente de la represa.
Así pasaron diez años de abandono, hasta que en 2015 un pequeño grupo de posadeños empezó a limpiar lo que quedó de la isla y tener un espacio donde poder parar sus lanchas.
“Nosotros somos gente de río y no teníamos un lugar donde pasar el día. Estábamos boyando por el río, necesitábamos un lugar donde poder parar nuestras lanchas, donde pasar con amigos y con la familia. No fue fácil aquel inicio porque fue prueba y error todo el tiempo, pero hoy vemos que logramos lo que nos propusimos”, explicó a El Territorio Carlos “El Mono” Kowalczyk, presidente de la Apim sobre aquellos primeros días de recuperación.
Actualmente la asociación cuenta con 200 socios que pagan un canon anual de 6.000 pesos que se destinan a la colocación de arena, limpieza de la isla y mejora de la infraestructura. La mayoría de los socios son de Posadas, pero también hay comerciantes y empresarios de Encarnación, Paraguay, que aportan su cuota anual.
Si bien somos 200 los que aportamos, la idea es siempre pedirle una colaboración a la gente que usa la isla y que no es socia, porque cada peso que nos dan lo invertimos en obras, en arena, en parrilla, en limpieza y creo que está a la vista todo lo que logramos”, comentó Kowalczyk, quien desde hace un año esta al frente de la Apim.
“Al principio los paraguayos tenían vergüenza de venir por no pagar una cuota y empezaron a preguntar cómo hacerse socio y colaborar, porque ellos valoran igual o más que nosotros este espacio maravilloso”, relató.
“Nosotros siempre aclaramos que todo lo hicimos a pulmón, lo hicimos con aporte de los socios, no recibimos aporte de ninguna institución del Estado ya sea nacional, provincial o municipal. Sabemos que es un espacio público y que todos lo pueden usar, pero somos apasionados de la isla, nos gusta recuperarla, plantamos nuevos árboles, hicimos la extensión de la arena y eso no lo hacés si esto no te apasiona”, contó emocionado Kowalczyk.
La isla vive un boom
En el último año, con la descarga de arena, se logró extender la isla hacia el lado de Paraguay aprovechando la base que se dejó ver con la bajante por la sequía. “Hoy le ganamos otros 30 metros más porque ya no tenemos más lugar para la cantidad de lanchas que llegan”, indicó el presidente de la Apim.
Es que la isla vive este verano un boom y eso se ve cada fin de semana cuando llegan entre 150 y 200 lanchas desde las costas de Posadas y Encarnación.
“Mucha gente no se fue a Brasil o a Ituzaingó por la pandemia y resolvió quedarse y eso lo vemos cada fin de semana. No damos abasto, no hay más lugar, le pedimos a todos colaboración para que todos podamos disfrutar de la isla. El boom que viven hoy las guarderías de las lanchas en Posadas también se debe a la recuperación de la isla, porque ahora tenés un lugar donde ir”, resaltó.
La basura, un problema
Claro que ese boom que vive la Isla del Medio tiene sus secuelas y el problema es la basura que dejan los que usan el espacio.
“El principal problema que tenemos es los que no son socios y no tienen el compromiso que tenemos nosotros con la isla. Todos los días la mayor pelea que tenemos es el tema de la basura: botellas, restos de comida, plásticos… lo único que le pedimos es un poco de colaboración al que usa la isla y que se lleve su basura, porque no tenemos una lancha que junte la basura”, señaló.
“Al principio nos habíamos organizado en juntar la basura y llevarla, pero nos íbamos con nuestras lanchas repletas de residuos, no dábamos abasto, se rompían las bolsas. Así que en las últimas reuniones resolvimos que la Apim sólo se va a dedicar a conservar la isla, mejorar su infraestructura, hacer parrillas, hicimos un baño, un quincho y ampliar su base con arena. De la basura se hace responsable cada uno”, precisó Kowalczyk.
Nuevos proyectos
La tarea de la Apim parece no terminar nunca y cuando se logra un objetivo se plantean otros. En ese sentido anticipó que la idea es ganarle lugar al río en la punta oeste (que da para Ituzaingó).
“La idea es sumar otros 50 metros más para poder tener más espacio. Siempre que los socios ayuden, vamos a seguir porque siempre hay algo que hacer en la isla”, sostuvo.
“El trabajo de los chicos es impresionante, siempre que venís encontrás distinta a la isla y hay que seguir ayudando y aportando porque este lugar es único”, resumió Leo Zalechak, socio de la Apim mientras miraba cómo se descargaba un nuevo barco de arena.
En cifras
$6.000
Si bien el uso del espacio es público, se puede pagar un monto anual de $6.000 para mantener el sitio en condiciones.
Fuente: El Territorio